¿Has
notado que algunas personas simplemente resaltan? Sin importar su industria o
su profesión, llegan hasta la cima. Son un testamento al hecho de que cuando se
trata del éxito, no se trata de lo que haces sino cómo lo haces.
El “cómo” se refiere a tu actitud, ética en el
trabajo, esfuerzo y disciplina. Tiene menos que ver con el talento y la
habilidad y más con el compromiso. Tienes más control sobre tu éxito de lo que
tú crees. El éxito no es cosa de magia o de suerte. Si echas un vistazo a
muchos ejemplos de gente exitosa en cualquier industria o esfuerzo, te darás
cuenta que existen ciertos hábitos en común que tienen la mayoría de ellos.
Incorporar estos hábitos te ayudará a alcanzar tus metas que te has puesto en
cualquier área de tu vida.
Hábito
#1: La gente exitosa está conectada con su pasión
La
mayoría de la gente que ha alcanzado un gran éxito, ama lo que hace. Cualquiera
que ha llegado a la cima de su industria, profesión, deporte o hobby siente
pasión por lo que hace. El éxito generalmente requiere de mucho trabajo,
compromiso, persistencia y disciplina. Todas estas cosas pueden sonar muy desalentadoras
a menos que sientas pasión por las tareas que tienes que cumplir.
¿Qué
tanta pasión te despierta la meta que deseas alcanzar? ¿Qué tanta pasión
sientes por tu vida en general? Haz un inventario de con qué frecuencia haces
lo que te gusta. Cuando infundas a tu vida las actividades que te emocionan e
inspiran, te esforzarás menos para comprometerte con tus metas. Asegúrate de
que cualquier cosa que persigas, sientas pasión por ella.
Hábito
#2: La gente exitosa toma decisiones y actúa
La gente
exitosa es buena para tomar decisiones. Con frecuencia las más grandes
oportunidades de la vida vienen rápido y se van; aquellos que actúan tienden a
tener la ventaja. Esto no signiica que debemos ser irresponsables con nuestras
decisiones. Puede que no sea perfecto, pero aprendemos de nuestros errores y,
en consecuencia, tomar el curso correcto.
¿Qué
decisiones estás evitando? ¿Tal vez sea ir al gimnasio, comenzar con un nuevo
curso o hobby, o actualizar tu currículo? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué
es lo que te detiene? La pasividad es la antítesis del éxito. Los errores y las
fallas son parte del juego. La mayoría de la gente exitosa se equivoca más
veces de las que triunfa, pero, para empezar, entran al juego.
Hábito
#3: La gente exitosa está enfocada
La gente
exitosa se enfocada en una sola cosa a la vez. No intentan ser los mejores en
el tenis y en el fútbol. No abren dos
negocios
a la vez. No estudian para ser chefs y maestros. Escogen una cosa y dedican su
tiempo y energía para ser los mejores en esa área.
¿Estás
enfocado en tu meta principal? ¿Estás intentando hacer mucho? No se trata de
hacer sacrificios y escoger un área de tu vida por encima de otra, pero,
en vez de eso, saber que no todo puede pasar al mismo tiempo. Muchos de nosotros
nos hacemos muchas metas a la vez y eso termina por distraernos con conflictos
y, por último, frustrados con nosotros mismos por no ser capaces de hacer todo
a la vez. Escoge una meta grande que esté por encima de tus compromisos
regulares y dedica todo tu esfuerzo y atención a hacer lo mejor en esa área.
Cuando lo logres, asegúrate de celebrar tu éxito.
Hábito #
4: La gente exitosa se rodea de gente exitosa
Hay mucho
de cierto en el dicho “No puedes hacer todo tú solo”. Cualquiera que ha logrado
algo siempre tiene una gran lista de gente a la cual agradecer. Desde amigos a
familia a compañeros de equipo, de trabajo, maestros, mentores y entrenadores.
La gente exitosa se rodea de gente buena, positiva, que da todo su apoyo, que
inspira, talentosa, culta y exitosa.
Cuándo
ves a la gente de la que te rodeas, ¿te estás rodeando con la mejor gente
posible para alimentar tu éxito? ¿Tienes el apoyo, motivación e
inspiración que necesitas para alcanzar tus metas? ¿La gente que tienes a tu
alrededor te admira y genuinamente quiere que seas exitoso? Si no, has una
decisión consciente para buscar y conocer gente que piense como tú.
Hábito
#5: La gente exitosa cree en sí misa y en sus sueños
Definitivamente
no hay un sustituto para el pensamiento positivo. La gente exitosa es capaz de
ver el éxito antes de que ocurra. Aun si no está segura, cree que es
posible. Cree en ella misma, sus habilidades y su propio potencial. Cree que el
trabajo duro, la persistencia y la práctica con el tiempo dan frutos. Tienen confianza
y son optimistas.
¿Hasta
qué punto crees en ti mismo? ¿Eres optimista o escéptico acerca de tu propio
éxito? ¿Esperas lo mejor pero te preparas para el hecho de que tal vez no
alcances tus metas? Si notas que estás siendo negativo contigo mismo o con las
metas que quieres alcanzar, comienza a trabajar consciente y deliberadamente en
lo que cree. Escribe o repítete en voz alta una afirmación positiva cada vez
que te caches diciéndote algo negativo.
Hábito
#6: la gente exitosa se esfuerza por alcanzar la excelencia
La gente
exitosa no se queda conforme con un resultado “decente”. No está contenta con
llegar al promedio o con ser mediocre. Busca siempre mejores estándares. Tiene
una ética excepcional en su trabajo y esperan más de sí misma que lo que otros
esperan de ella.
¿Qué
tanto esperas de ti mismo? ¿Qué tan altos son tus estándares que te pones
de excelencia a nivel personal? ¿En qué aspectos de tu vida te conformas con
resultados “decentes”?
La verdad
es que entre más esperas de ti, más seas capaz de hacer. Escoge un área de tu
vida en la que quieras estar por encima del promedio. Ponte metas que te
queden. No te conformes con poco. Tú eres más que eso.
Hábito
#7. La gente exitosa se cuida a sí misma
La gente
exitosa reconoce la importancia de “recargar las baterías”. Entiende que hay
una necesidad de balance y el hecho de que para operar a cierto nivel, tienen
que cuidarse a ellos mismos –física, mental y emocionalmente.
¿Qué tan
bien te cuidas a ti mismo? ¿Sientes con frecuencia que no tienen lo suficiente
para ser capaz de concentrarte en tus metas? ¿Te tomas el tiempo para cuidar de
tu salud física y mental? El primer paso para cuidarte es aprender a decir
“No”. Encuentra una forma de ponerte a ti mismo en tu lista de prioridades. Para
alcanzar tus metas, debes poner atención especial en tus propias necesidades y
valorar tu felicidad tanto como valoras la de los demás.