martes, 11 de agosto de 2015

Los 10 Mandamientos del emprendedor según Guy Kawasaki

Los 10 Mandamientos del emprendedor según Guy Kawasaki


Guy Kawasaki es sin duda una de las personas que mas admiro, me considero un fan total de sus publicaciones aunque la mayoría de ellas sean en ingles y no las entienda muy bien.
En esta ocasión les comparto un articulo que es resumen de una charla que ofreció en la Universidad de Pensilvania.
La charla titulada “El arte de la innovación” se basa en diez puntos sobrecómo producir algo de valor para el cliente.
Te invito a que revises este listado que todo emprendedor debería tener en cuenta, y luego si gustas leer otro buen articulo de Guy Kawasaki te recomiendo:Cómo presentar un Negocio en Powerpoint: La Regla 10/20/30 - Por Guy Kawasaki (Incluso esta regla es mencionada en el punto 4 del listado).
Los 10 Mandamientos del Emprendedor según Guy Kawasaki
  1. Ofrezca sentido y no dinero.Preocúpese por hacer un producto o servicio que genere sensaciones, más allá de solo ver sus atributos y la forma en que le puede hacer ganar dinero, recuerde que “las grandes empresas son generadoras de sentidos (sensaciones)”. Por ejemplo Nike con su línea de zapatos para dama vende la sensación de eficiencia, poder y liberación, y no unas zapatillas para aeróbics.

  • Encuentre su nicho de mercado.Como decíamos antes hay que seccionar nuestro mercado y diferenciarnos por algún atributo especial, esa sensación que nos hace diferente ante nuestro consumidor, hay que encontrar nuestro lugar, recordemos que a mayor exclusividad la percepción es de un mayor valor. Si pudiéramos graficar esto en un cuadrante de X, Y podríamos apreciar que en el cuadrante superior derecho estaban los productos y servicios exclusivos y de alto valor.

  • Renuévese constantemente. Esto nos lleva a la mejora continua que no es más que estar al pendientes de su cliente, oír sus ideas y recibir una retroalimentación después del momento de la compra.

  • Con los inversores siga la regla del 10-20-30. Siempre que esté intentando convencer a un capitalista de riesgo, no use más de 10 diapositivas de PowerPoint, restrinja su discurso a 20 minutos y utilice una fuente de tamaño 30 en su presentación (simple y concisa). El objetivo de ese tipo de presentación no es volver a casa con un cheque en la mano, sino evitar “ser descartado”.

  • Defina el espíritu de la empresa, mas que la misión. Opte por la definición de si mismo (misión de la empresa) por lo que usted quiere significar para el cliente. Por ejemplo Nike ofrece un desempeño atlético autentico.

  • Sáltese las curvas. Innovar es más difícil que simplemente estar un poco por delante de la competencia en la misma curva. Eso es más fácil de hacer en algunas empresas que en otras. Si ponemos el ejemplo de la Refrigeración podemos ver que en tiempos anteriores la industria del hielo estaba formada por gente que cogía hielo en las regiones de clima frío usando caballos, trineos y sierras para ‘cosechar’ el hielo durante los meses de invierno. Después vino la era del ‘Hielo 2.0’: surgieron fábricas que producían hielo en cualquier lugar. El ‘hombre del hielo’ entregaba el producto en establecimientos comerciales y en las casas. Por fin, llegamos a la era del ‘Hielo 3.0’: la nevera casera. Está claro que ninguna de aquellas personas que cosechaban hielo se metió en el negocio de la producción en fábricas, lo mismo que ninguna de las fábricas se introdujo en la industria de neveras. Esto se explica por el hecho de que “la mayor parte de las empresas se define por aquello que hace y no por el ‘beneficio que genera para el cliente’”. La verdadera innovación aparece siempre que nos saltamos las curvas, y no cuando nos esforzamos por mejorar un 10% o un 15%”.

  • Su producto o servicio debe ofrecer funcionalidades exclusivas. Los diseños deben ser Inteligentes, y no estar limitados al producto, sino complementarlos con soporte y servicio, además de no olvidar el buen gusto, ya que un toque elegante puede generar la sensación o emoción que se producto debe tener para diferenciarse.

  • No pierda tiempo en buscar la perfección de su producto. En la historia han existido productos innovadores a los cuales se les pueden aplicar mejoras, no siembre es que no sean buenos sino que contiene elementos no del todo buenos. Por ejemplo El primer Mac tenía muchas cosas que había que mejorar, pero estableció cómo sería el futuro de la computación personal, y no necesitó esperar mucho por eso.

  • Divida su mercado y polarice a las personas. No trate serlo todo para todo tipo de personas, mucha diversidad puede llevar a la mediocridad, por lo cual hay que segmentar.

  • Permita que el producto siga su curso natural. Parafraseando a la frese de Mao, “no impidan que broten las flores” podemos decir que no podemos saber dónde surge una flor, simplemente debemos dejar que brote la innovación puede atraer a clientes inesperados e imprevistos, quizás tu producto está diseñado para un mercado específico pero atrae a un mercado alterno, como es el caso de la crema para la piel “Skin-so-Soft” de Avon, que acabó siendo un éxito como repelente de mosquitos. Para buscar el crecimiento hay dos reglas al respecto: la primera es conseguir el dinero, la segunda es descubrir quien esta comprando el producto, y preguntarles porque lo están comprando y darles otras razones para comprarlo.

Aprender a vender, sin vender

7 claves para aprender a vender... sin vender

7 claves para aprender a vender... sin vender

Vender no funciona. Si te preguntara cómo te sientes cuando alguien está tratando de venderte algo, seguramente responderías que te sientes incómodo, presionado, acechado, aburrido o algo similar, pero pocas veces me dirías que te sientes encantado con el hecho. Esto quizá se debe a la avalancha comercial a la que estamos sujetos diariamente y en todo momento.
Es común, incluso constante, que alguien nos esté tratando de vender algo, lo que sea. Encendemos la televisión y ella está repleta de comerciales tratando de todas las maneras posibles de manipularnos a comprar algún producto o servicio. Abrimos un periódico o revista y hay más anuncios vendiendo cosas que contenido editorial. Vamos por la calle y es casi imposible no ser sujetos de la presión de algún individuo o comercio que intenta separarnos de nuestro dinero.
Incluso al salir de vacaciones nos vemos asediados por comerciantes insistentes y muchas veces molestos, como es el caso de los vendedores de tiempos compartidos. Yo me he topado con ellos y juré nunca comprar uno.
Hemos aprendido a repeler y huirle a quien sea que nos quiera vender algo, y automáticamente desconfiamos.
Entre más nos quieren vender, más dudamos del vendedor. Entre más nos hablan sobre las maravillas del producto, menos escuchamos y ponemos atención. Entre más insistente es el vendedor, más a la defensiva nos ponemos nosotros.
Así las cosas, es curioso, al menos para mí, que los vendedores sigan empleando la táctica de insistir hasta la muerte, dado que en la actualidad esto raramente funciona.
En una entrada anterior llamada El nuevo ABC de las ventas efectivas, terminé diciendo:

“NADIE QUIERE QUE LE VENDAS, SINO QUE LE AYUDES”.

A continuación enumeramos los 7 elementos clave que componen lo que denominamos “Ventas sin vender”:

1. No intentes cerrar una venta, intenta abrir una relación

En Mesa Consultores decimos que la relación es el cimiento de todo logro. Hoy día, también lo es en las ventas. Una razón esencial por la que actualmente alguien, en este mundo tan comercialmente competido, te compraría a ti en lugar de a otro proveedor, es porque tiene una relación contigo, la cual se basa en respeto, confianza, honestidad, y todos los demás valores que fundamentan una buena relación.

2. Ayuda a tu cliente, no les vendas

Recuerda, venderle es una consecuencia. Si quieres ganarte el respeto y la confianza de la gente, ayúdales, no les vendas. Esto implica aportar valor desde la primera interacción que tienes con la persona, sea ésta por teléfono o presencialmente, e incluso proveerle opciones que, inicialmente, no te convengan a ti, tal como recomendarle a otro proveedor. 

3. Entiende realmente a tu cliente

Siempre me sorprende cuando me encuentro con vendedores que ni siquiera se toman el tiempo de estudiar a su cliente, su negocio, mercado, retos, necesidades, etc. En estos tiempos en los que el acceso a la información es tan fácil y es posible averiguar tanto con una simple búsqueda en Internet, es inconcebible e imperdonable que no se haga.

4. Confronta a tu cliente

Esto es, califica rápidamente y a menudo al cliente con pequeñas confrontaciones. Ventas sin vender se aleja del modelo tradicional de ventas serviciales, en el cual el cliente dice salta y uno pregunta qué tan alto, en el que estamos dispuestos a cortejar de manera indefinida al cliente aún cuando presentimos que no está interesado por el momento.
Es mucho más efectivo y convincente calificar rápidamente y a menudo al cliente haciendo preguntas abruptas y poderosas, tal como: ¿este producto o servicio es algo que le ayudaría a lograr sus objetivos actuales y está interesado en adquirirlo en este momento?   

5. Ante todo se honesto

Las ventas sin vender se basa en ser 100% honestos. Si no eres la mejor opción, no pretendas serlo; si no puedes ayudar al cliente, díselo; si sabes de alguien que le puede ayudar mejor que tú, recomendarlo. Si le mientes al cliente, éste se dará cuenta de ello en poco tiempo y seguramente no te volverá a comprar. Por el otro lado, si eres honesto, es probable que no te compre en esta ocasión pero que haga negocios contigo en un futuro.

6. Mantente dispuesto a abandonar la venta

Una de las maneras más seguras de generar resistencia en el cliente es apegarte a la venta e insistir en ella. Las personas se dan cuenta cuando lo estás haciendo y ello genera la percepción de desesperación, lo cual significa, al menos en términos de interpretación, que tu producto o servicio no es muy bueno.

7. De principio a fin

Algo que debes tener en cuenta sobre esta estrategia de ventas sin vender es que inicia desde el primer contacto y nunca termina.
Muchos vendedores se dan por vencidos después de la primera visita a un cliente al que no le venden y nunca lo vuelven a buscar o visitar. Por otro lado, muchos vendedores dejan de atender al cliente una vez que se firma el contrato. Ambas fórmulas son erróneas, puesto que comunican al cliente que lo único que te interesa es venderle y no, realmente, ayudarle.
Termino esta columna la noche antes de irme de vacaciones con mi familia a mi tiempo compartido, aquel que juré que jamás compraría. ¿Qué me hizo cambiar de opinión y comprarlo? Me encontré con una compañía y un vendedor que siguieron varios de estos pasos:
1)  La compañía que me lo vendió es una cadena de hoteles seria e internacional con una excelente reputación, lo cual implica una relación de honestidad y confianza.
2) Se dieron a la tarea de entender mis necesidades y me ofrecieron exactamente lo que necesitaba, ni más ni menos.
3) En ningún momento me presionaron o exageraron los beneficios del producto. De hecho, me invitaron al resort todo pagado sin obligarme a asistir a la presentación del tiempo compartido.
4) Durante la presentación, a la cual accedí a ir voluntariamente, estaban dispuestos a no cerrar la venta si yo no la deseaba.
5) Fueron totalmente honestos conmigo y me dijeron exactamente qué esperar y no esperar del producto, y después lo cumplieron al pie de la letra, y
6) Me brindaron un extraordinario servicio en todo momento: antes, durante y después de la venta. 

Busca Tu propio camino

 La enfermera australiana Bronnie Ware, en su libro Los 5 principales remordimientos de las personas al morir, volvió a tocar el tema de irse de este mundo sin haber vivido. Ella, que acompañó durante años a los enfermos terminales en sus últimos instantes de vida, decidió dejar constancia de los que, según su experiencia, son los cinco grandes temas frustrantes que sufre la gente antes de partir. Y destaca, al igual que lo hizo Steve Jobs en su discurso en la Universidad de Stanford, el dolor de la “mayoría” de no vivir su vida sino la de otros.

Si bien es cierto que el tema está ya diagnosticado, aún existe una brecha enorme entre saberlo y lograrlo, una gran inercia que no nos permite recuperar la vida y, al mejor estilo de Kung Fu Panda, alcanzar la paz interior. ¿Cómo volver a vivir? ¿Cómo volver al camino propio, a la senda del corazón? ¿Cómo morir sin remordimientos?

Empiece por la honestidad
Se habla mucho de la honestidad y de la transparencia como valores primordiales, pero generalmente son dos virtudes que expresamos hacia fuera, en las plazas públicas, en las vitrinas de nuestra relación con los demás. Sin embargo, estos valores dejan de ser un discurso y se convierten en talento activo cuando somos honestos y transparentes con nosotros mismos, cuando aceptamos nuestra propia verdad. Y cada uno, más que nadie, sabe cuál es su propia verdad.

Tal vez descubramos que nuestro matrimonio terminó hace un par de años y aun así, seguimos ahí, usando a los hijos de excusa de nuestra propia cobardía. Pesa tanto el qué dirán, el vivir para otros, el “cómo le voy hacer eso a mis suegros”, que nos traicionamos, a veces sin darnos cuenta. ¿Y yo? La pregunta es cómo me sigo haciendo esto a mí, cómo continúo viviendo en esta mentira y postergando mi verdad y mi felicidad, ya sea por miedo, por dependencia, por adicción a la aprobación, por perfeccionista o por incapacidad de cambiar.

Es posible que lo que usted haga como trabajo hace mucho no le llene, que lleve años envejeciendo, robotizado, con horarios indecentes y jefes deshumanizados, dando resultados y resultados para unos dueños que viven en Miami o en el otro lado del Pacífico. ¿Y usted? ¡Sí, usted, no se haga el loco! ¿Y usted? Traicionando los ojitos tiernos de tus hijos, acostándolos por teléfono desde un escritorio frío, totalmente contagiado del virus de la ocupaditis, secuestrado por su miedo y por un salario que no goza porque es el precio de su traición, de la traición a sí mismo.

¿Se ha dicho la verdad? ¿Hace cuánto quiere salir de ahí? ¿Hace cuánto, de manera subversiva, planea escaparse y dedicarse a lo que lo hace vibrar? Aunque no sea lo que estudió, aunque al principio no le dé plata, aunque se le venga el mundo encima. ¿Le alcanzará la vida que le queda para curar las heridas? ¿Cuándo se va a decir esta verdad? ¿Lo va hacer en esta vida o lo va a dejar para la siguiente reencarnación?

Darse cuenta es el primer cambio
La honestidad permite la confrontación. No se trata de maltratarse o deprimirse. Eso no sirve. Se trata de dejar de pegar con chicle la vida, de asumir con amor las decisiones tomadas en esas noches de insomnio o en los tediosos domingos en los que nos encontramos con nosotros mismos, o cuando ya no podemos usar a los otros para culparlos de nuestras miserias y nos damos cuenta de que no estamos cumpliendo.

La honestidad es autoconciencia, es despertar y asumir con responsabilidad el lugar en donde está nuestra vida y por qué está ahí. Darse cuenta es el primer cambio, asumir por qué estamos tan lejos de casa, tan solos o tan enmascarados que ya casi no nos reconocemos. Active la honestidad, tenga el coraje de decirse la verdad. Este es el primer paso para recuperar la vida. Será una purga amarga y vivificante que lo va a sacudir. Habrá dolor, pero sólo en el ego, dejará de ser Miss o Míster simpatía, será criticado y tendrá síndrome de abstinencia de regresar al autoengaño. Con tiempo y obstinación, logrará autorrespeto, verdad, coherencia y autoconciencia.

Protagonizar la vida
No hacernos cargo de nuestras decisiones es irresponsable e irrespetuoso con nosotros mismos. La responsabilidad genera liderazgo, nos convierte en adultos. Para recuperar la vida es muy importante ser protagonistas. La palabra viene de Proto: primero, líder, y Agonía: transformación, cambio, muerte y resurrección.

Ser protagonista es acallar las voces de los otros y no dejarse confundir más por el ruido. Es volver a lo sencillo de confiar en el corazón y en la tripas, y tener el coraje de ejecutarlo. Protagonizar es ponerse al volante y dar los giros que la vida necesita; es liderar los propios procesos personales e interiores, asumiendo la crisis pero sin hacer caos, yendo poco a poco madurando cada acción sin abrir varios frentes al mismo tiempo.

Aún hay tiempo de girar. Siempre se puede volver a ser quien se es. Tal vez no toda nuestra vida está en crisis. Tal vez sólo una parte de ella. Recuerde que el ego prefiere hacer un caos y dramatizar todo para impedirle renacer, para anunciarle que todo va a salir mal. No escuche, esa es la voz del sistema, de la cultura del miedo, la cultura de los que lo encarcelaron desde el colegio y la crianza empujándolo a ser distinto de sí mismo, adecuado a sus necesidades. Como decía Victor Frankl, sobreviviente de los campos de concentración de Auschwitz y Dachau, neurólogo y autor del libro El hombre en busca de sentido: “La última de las libertades humanas, y que no pueden quitarte, es elegir tu camino”.
Creer en uno mismo

¡Deje de darse palo! No quiera ser como el Dalai Lama, esa es otra trampa. Querer ser como otros, así sean maravillosos, es perderse de sí mismo. Respete sus ritmos, sus historias, su manera particular de florecer. Creer es la clave, confiar en que sí lo va a lograr, creer que al final del día –y ojalá mucho antes– va a mirar hacia atrás, hacia su vida, y va a sentirse realizado.

Confiar es caminar aunque todavía no vea para dónde va, es cerrar los ojos con fe y entregarse a su propia voz, a sus emociones y sentidos, y dejar que la vida suceda, sólo eso, renunciando al control de manipular la vida y a otras personas.

Confiar es poder bajar la velocidad para ver y disfrutar el paisaje, es menos ansiedad y más inquietud, es despertar nuestras partes dormidas y volver a ser novatos en todo, ridículos y expuestos, y saber que es posible redecidir la vida, reinventarse y tener con su pareja más sexo y menos televisión, más tiempo para disfrutar los hijos, para mamar gallo, para reír y ver amigos, como en el colegio. No haga lo correcto siempre, haga lo amoroso, ensucie el uniforme de aburrido que tiene, juegue fútbol con los zapatos de trabajar, píntese la máscara, gástese los materiales de la vida y, sobre todo, deje de caminar fruncido en función de que nada se le desordene. Brinque, salte y grite… ¡Que lo que esté flojo en usted se caiga de una vez por todas!

Ser exitoso

Algunas de las más importantes personalidades de nuestra época comparten ciertos hábitos inusuales. Estas particulares formas de proceder los ayudaron a conseguir varios de sus objetivos, los cuales se transformaron en prácticas cotidianas. Al leer acerca de estas coincidencias podrás notar que son perfectamente aplicables a tu vida personal y profesional. Si lo haces, seguramente notarás un crecimiento en tu productividad además de lograr que tus actos se vuelvan más efectivos. Tal vez no sean los consejos que acostumbras a leer en libros, noticias, blogs o perfiles de reconocidos especialistas pero de seguro te permitirán alcanzar grandes resultados. 
No culpar a otros: “Culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de nuestra vida, es distraerse de ella”, decía Facundo Cabral (cantautor, poeta, escritor y filósofo argentino). Si lo que eres no te convence, o mejor dicho estás disconforme porque no eres aquello que esperabas, no puedes echarle la culpa a los otros. En lugar de tener esa actitud, pon tus manos a la obra e intenta cambiar las cosas que no te hacen feliz. Para lograr tus metas tendrás que empeñarte en aprender aquello que te apasiona y en entender cómo puedes emplearlo para mejorar tu vida.
Ayudar a los demás: Una vez que descubras lo que te apasiona y además desarrolles conocimientos en ese ámbito podrás ir aún más lejos. Intenta utilizar tus habilidades para ayudar a otras personas. La sensación de haber mejorado aunque sea un poco el día o la vida de alguien será muy reconfortante. Además al enfocar tus aptitudes en este tipo de acciones estarás contribuyendo en la construcción de un mundo mejor.
Desconectarse: Un gran porcentaje de las ideas o inventos exitosos fueron desarrollados en momentos de ocio. Hoy en día pasamos la mayor parte del tiempo conectados. En Internet, contestando correos desde nuestro celular o armando el balance mensual en computadora de la oficina, se consume la porción más grande de nuestro día. Al tener la cabeza ocupada en otras funciones, la inspiración queda relegada. Dedica por lo menos uno o dos días a la semana para desintoxicarte de la tecnología y poder conectarte con la naturaleza. Las conversaciones con tus afectos, leer o practicar algún tipo de arte también te ayudarán a oxigenar la mente.
Hacer actividad física: Está médicamente comprobado que hacer actividad física mejora el flujo de sangre hacia el cerebro y aumenta la productividad. Aprovecha los períodos muertos en el trabajo para hacer ejercicios. Te ayudarán a despejar la mente, eliminar los pensamientos negativos y relajarte. Al terminar, también puedes tomarte unos minutos para meditar.
Visualizar tu día perfecto: Una práctica sencilla pero a la vez muy efectiva y poderosa es la de visualizar el día los primeros minutos de la mañana. Si piensas en lo que te gustaría que ocurriera durante la jornada o en las posibles soluciones a emplear para ciertos problemas, conseguirás enfocarte en lo más importante. Además te permitirá evitar las distracciones típicas y que no producen ningún beneficio. Los deportistas de élite utilizan este método para mantenerse enfocados y poder alcanzar sus objetivos durante la competencia.
Buscar que los otros también ganen: En su libro “7 Hábitos de las Personas Altamente Efectivas”, el Dr. Stephen Covey recomienda que en toda interacción ambas partes resulten ganadoras. Ya sea en el trabajo, el hogar o con tu pareja, deberías intentar producir relaciones con beneficios para ambos. Si haces lo contrario y sólo vas en busca de tu propia satisfacción, generarás una situación destructiva. Al haber un perdedor, también habrá enemigos, enojo, envidia, hostilidad y otras sensaciones contraproducentes. Quienes alcanzan el éxito en sus actividades generalmente llegan a esa situación en parte por los aliados cosechados a través del recorrido.
Actitud e intenciones productivas:Internet es la herramienta más eficaz del mundo para generar emprendimientos exitosos. Sin embargo, también puede convertirse en la distracción más grande de todas si la utilizas erróneamente. Una de tus principales reglas deberá estar enfocada en la forma y las intenciones con la que usas este poderoso recurso. Procura recurrir a Internet sólo para cuestiones relacionadas a tu trabajo. Para alcanzar resultados positivos en un proyecto personal o en la compañía en la que trabajas deberás asumir esa actitud y mantenerte enfocado en la meta.
Descansar antes de agotarse: Una de las mejores formas de permanecer productivo es mantener la cabeza fresca y descansada. El reconocido experto en productividad, Tony Schwartz, dice que “los seres humanos necesitamos gastar y renovar energías para operar eficientemente”. Para conseguir ese equilibrio recomienda tomar descansos cortos de diez minutos cada una hora de trabajo. De esa forma evitarás fatigar la mente y tu energía se mantendrá siempre en los niveles adecuados para rendir al máximo.
Pedir ayuda: Está muy bien que intentes resolver diferentes problemas con tus propias herramientas. Al fin y al cabo es la mejor manera de diferenciarse del resto. Sin embargo, en algún momento todos quedamos atorados ante determinada situación. Pedir ayuda a alguien que entienda del tema nos dará dos beneficios: en primer lugar nos facilitará el camino y permitirá alcanzar una solución que no lográbamos encontrar.
Ser agradecido: “Nuestro cerebro trabaja un 30% mejor cuando nos sentimos felices”, dice el Psicólogo Shawn Anchor en su conferencia acerca del “trabajo y la felicidad”. Una muy buena forma para mantenerse positivo y aumentar la sensación de alegría es pensar en las cosas que te hacen sentir agradecido. Recuerda las personas que te quieren por cómo eres, en que tienes un hogar, salud, un trabajo y comida.

¿Qué se necesita para emprender?

¿Qué se necesita para emprender?


Para emprender se necesitan tres cosas: Actitud (querer), Aptitud (saber) y Recursos (poder). Cuando logras combinar estos elementos, es entonces cuando cuentas con las condiciones idóneas para poner en marcha un emprendimiento... pero ¿qué pasa cuando te falta alguno de estos 3 elementos? ¿Qué hacer si realmente quieres emprender, pero no cuentas con las aptitudes ni con los recursos para hacerlo?...
Una interesante manera de analizar los cuestionamientos anteriores, es a través de lo que el autor Senén Barro denomina como "El Cubo del Emprendimiento".
Este cubo nos muestra los diferentes puntos en que puede encontrarse una persona interesada en poner en marcha un proyecto de emprendimiento. Analiza con detenimiento el gráfico e identifica en qué punto te encuentras actualmente.
Cubo del Emprendimiento

¿Qué hacer dependiendo del punto en que me encuentro?


El autor nos sugiere realizar las siguientes acciones dependiendo del vértice del cubo en que nos encontremos:
  • ¿Estás vivo? No tienes recursos, ni actitud para cambiar la situación, ni aptitudes para lograrlo. Cambia tu actitud, fórmate en aquello que te apasione, y a por todas.

  • Oportunidad Perdida: Tienes grandes aptitudes pero careces de recursos y te falta una actitud adecuada. Replantéate tus convicciones y tu forma de actuar, estás perdiendo una gran oportunidad desaprovechando tu talento.

  • Disfruta: Si tienes recursos (dinero) pero ni aptitud ni actitud... encuentra una motivación que te lleve a cambiar o, sencillamente, ¡disfruta lo que la vida te ha dado!

  • Invierte: Tienes los conocimientos necesarios para emprender, y recursos suficientes para no depender de nadie, pero tu actitud, tu forma de ser, no es emprendedora. Tal vez sea el momento de buscar a alguien con esa actitud, estudiar su idea, valorarla, aportarle tus conocimientos e invertir en ella.

  • Asóciate: ¿Tienes una gran actitud emprendedora y recursos suficientes pero te faltan los conocimientos necesarios? Busca a quién los tenga, asóciate.

  • Piensa: ¿Tienes una gran actitud pero te faltan las aptitudes necesarias para tener éxito? Piensa, tal vez necesites formarte y obtener esos conocimientos que te faltan, busca alternativas para obtener recursos.

  • ¡Adelante!: Eres un emprendedor privilegiado. Tienes lo más importante, una actitud positiva y proactiva, y los conocimientos necesarios para sacar adelante tu proyecto. Confía en tu idea,depúrala, y adelante con ella. El dinero es un subproducto del talento y las ganas de hacer cosas, si tu idea vale y sabes encontrarlo, llegará.

  • ¡Enhorabuena!: Tienes todo todo todo lo que se necesita para emprender, probablemente no exista nadie en esta situación pero si es tu caso... ¡congratulations! No te garantiza el éxito, pero estás en la situación ideal.

Las 10 cosas que a tu jefe le molesta de tí

Las 10 cosas que a tu jefe le molesta de tí

Llegar tarde – Todo el mundo llega tarde de vez en cuando por problemas de tráfico, porque ha perdido el autobús o porque se ha dormido. Sin embargo, a algunos les pasa más a menudo que a otros. Además éstos suelen dar una excusa floja, como si no les importara haber llegado tarde. Eso puede desesperar a tu jefe.

Falta de iniciativa – Los jefes odian ser molestados continuamente por pequeñas cosas, como por ejemplo si debes llevar a comer a un cliente que te visita al mediodía. Seguramente deberías preguntarle directamente al cliente si quiere ir a comer, por tu propia iniciativa. Tus jefes te pagan
para que hagas tu trabajo, así que hazlo.

Demasiada iniciativa – que es como ser idiota. Solo hay algo pero que la falta de iniciativa, y es ignorar completamente las instrucciones para hacer otra cosa, que generalmente genera más problemas.

Molestarse y quejarse – Si un dí a tu jefe no te saluda al pasar por tu lado puedes sentirte molesto, él lo sabe pero quizá es porque esté ocupado en problemas más graves. Pero lo que, por ejemplo, es peor es que después de comprar un equipamiento nuevo se oigan comentarios del tipo “deberíamos
haber comprado el otro modelo” o “falta parte de lo que necesitamos”.

Deslealtad – Los jefes odian que en las reuniones los empleados aprovechen la oportunidad para criticar al jefe, reirse de sus medidas o echarle la culpa de todo. Son humanos, trabajan por su empresa y la deslealtad les molesta.

Falta de pasión o de interés – Aunque te cueste creerlo tus jefes también tienen vida propia fuera de la oficina. Les cuesta levantarse por las mañanas y les aburren las reuniones. Pero tienen que mantenerse motivados y esofrzarse por motivar a los empleados, por lo que cuando éstos se duermen,
olvidan nombres o se muestran aburridos les irrita sobremanera.

Tratar de ser su mejor amigo – Ellos no quieren que seas su mejor amigo. No quieren encontrarte en el bar, no quieren que les cuentes lo que piensas de ellos o lo que pasó con tu compañero en el baño. Saben por experiencia que, si muestran mucho interés, les empezarás a tratar como a un amigo y a no obedecer sus órdenes.

Mentiras sin importancia – Como por ejemplo, decir que no has podido coger su llamada porque te has quedado sin batería en ese momento, o que no has recibido el email, que la reunión se ha alargado demasiado y por eso no has podido volver a la oficina, que has perdido dos caros recibos de taxi, que hoy vas a trabajar desde casa, que tienes que ir a un funeral, auna boda, etc. El mayor insulto es que creas que ellos te creen.

Infantilismo – No son tu madre. No quieren que les consultes sobre tus pequeños problemas personales como qué coche te vas a comprar o el mueble que vas a poner en tu cocina.

Aspirar a su puesto – Ellos gastan todo el tiempo y energí a en protegerte de los superiores. Tú pones todo tu esfuerzo en quejarte de ellos. Y después de todo, tu quieres su puesto. Imperdonable.

Cómo dejar un trabajo bien pagado

Cómo dejar un trabajo bien pagado

A veces es menor vivir con menos, pero vivir mejor.
La codicia es una de las máximas tentaciones de la vida y muchas veces se impone por encima de un sentido más profundo de bienestar personal. Así que quizás no es de extrañar que a veces nos encontremos en un trabajo que aborrecemos porque la remuneración es extraordinariamente buena.
Estos son algunos de los consejos que nos dieron.

Ahorre y goce

En primer lugar, debe crear un fondo de financiación o de "guerra". He aquí su receta a la felicidad:
1. "Reduzca sus gastos y comience a ahorrar dinero con constancia. Permanezca en su puesto actual hasta que tenga una cierta cantidad en el banco.
2. "Renuncie a su trabajo, rompa su contrato de arrendamiento, venda o regale todo lo que no le quepa en la maleta.
3. "Vaya a algún lugar con un clima soleado, gente agradable y bajo costo de vida.
4. Quédese allí, solo relájese y no haga muchas cosas, hasta que se aburra.
"No creo que sea una pregunta fácil que se pueda contestar con lemas u ocurrencias"
5. Cuando comience a imaginar continuamente lo que podría estar haciendo además de estar en la playa, vaya y hágalo".
Los ahorros son fundamentales para dejar su puesto actual.
"Escriba una lista de las cosas que le gustaría hacer si usted no tuviera empleo y tuviera el dinero suficiente para hacerlas (pero sea razonable... comprar un yate no es razonable)", escribe. Una vez que acumule la suma de dinero que necesita para hace realidad su lista, "renuncie al trabajo y vaya a gozar la vida", aconseja.

Mantenga los pies en la tierra

A veces no resulta tan sencillo como elegir entre quedarse o irse de la compañía. ¿Qué sucede si usted tiene una familia en qué pensar? Irse corriendo al siguiente trabajo no siempre es tan fácil.
"Mi esposa y yo hemos debatido esto respecto a su trabajo durante mucho tiempo", dijo uno de los encuestados anónimos, ofreciendo una visión realista.
"Cuando teníamos menos de 30 años, era fácil dejar a un lado el dinero y buscar la felicidad sin pensar en el futuro. Ahora que somos un poco mayores y después de que todos nuestros ahorros se esfumaran por la crisis de hace cuatro años, somos un poco más reacios a apartarnos de la seguridad financiera, incluso si es necesario sacrificar la felicidad en el corto plazo. Resulta aún más difícil si uno está casado o tiene hijos".
"No sé cuál es la respuesta", continúa, "pero no creo que sea una pregunta fácil que se pueda contestar con lemas u ocurrencias".

Rodéese de amigos

"Cuando uno deja de centrarse en el dinero y comienza a concentrarse en vivir con pasión, empiezan a suceder cosas extraordinariamente sorprendentes y maravillosas"
"Yo era un jugador de póquer profesional y jugaba de 80 a 100 horas a la semana. A los 21 años, estaba ganando una suma de seis cifras cada año. Sin embargo, estaba muy insatisfecho. Tras estar harto de ser tan miserable, me puse a averiguar por qué… no era feliz. Después de todo, ¡me llovían los billetes!".
Después de leer un montón de libros y estudios, Concluyo que la felicidad la componían tres cosas: encontrar una empresa con una gran cultura en la que uno pueda participar, pasar más tiempo con la familia y los amigos para conseguir el apoyo emocional necesario y darse cuenta de que uno es una persona increíble.

Sea fuerte

Cuando las cosas se ponen difíciles, los fuertes se vuelven más fuertes. usted debería apegarse a su trabajo. "Es probable que adquiera habilidades y que desarrolle su ética laboral de una forma que le ayude en el futuro"
"Tal vez esto le llevará a la escuela de negocios, tal vez a otra forma de posgrado, tal vez inicie o participe en la puesta en marcha de una empresa o tal vez tenga que esforzarse ahora y su trabajo se vuelva mucho más interesante y divertido a medida que vaya ascendiendo".

Siga su pasión

Ahorrar es clave si está considerando la posibilidad de dejar un empleo bien pagado.

"Tanto mi trabajo como mi vida son espectaculares, pero mi cuenta bancaria está vacía".
"Trabajo 80 horas a la semana, pero solo me pagan una pequeña fracción. No es tan importante porque: a) vivo una vida extraordinaria, y b) hacer lo que a uno le gusta da sus frutos al final". Robinson sostiene que su trabajo le trajo oportunidades de viajar y conocer personas fascinantes.
"Cuando uno deja de centrarse en el dinero y comienza a concentrarse en vivir con pasión, empiezan a suceder cosas extraordinariamente sorprendentes y maravillosas. Reevalúe por qué valora las ideas y las cosas que le interesan".
Su consejo más sincero: "No existe ningún sustituto para vivir la vida que quiere. Comience ahora mismo… después será más difícil cambiar".

9 hábitos de las personas que creen en sí misma

A menudo, la confianza es lo único que diferencia a las personas que obtienen lo que quieren de las que no. Las que piensan y creen que pueden hacer algo, ya sea correr una maratón, sacar adelante una iniciativa empresarial, invitar a salir a alguien (y tener un sí por respuesta), ganar la lucha por un ascenso, estar estupenda con unos vaqueros para premamá, o construir un círculo social divertido… al final, lo consiguen.

"Con confianza, has ganado antes de haber comenzado", Marcus Garvey.

Nuestra mente es una herramienta muy poderosa; no se puede subestimar el impacto de nuestros pensamientos y palabras. Nuestros pensamientos crean nuestras emociones. Nuestras emociones crean nuestras acciones. Nuestras acciones crean nuestra vida. La gente con confianza en sí misma posee un mayor control sobre su mente y tiene interiorizado el lema sí puedo.

Aquí tenéis nueve cosas que caracterizan a las personas con confianza y que puedes poner en marcha en tu vida:

1. No te compliques. ¿Quieres algo? ¡Muy bien! Crea un plan y hazlo tuyo. No pierdas de vista el premio, pero no te agobies, y que no te distraiga el ruido de otras personas.

2. Concéntrate en lo que quieres. La gente con autoestima tiene una imagen de futuro en su mente. Confían en que les ocurrirán cosas buenas, y al final se cumple porque la confianza es una fuerza muy potente.

3. Actúa como si ya fuera tuyo. La gente que confía en sí misma deja que su lenguaje y sus acciones vayan en sintonía con su propósito. Esto inspira confianza en los demás.

4. Utiliza las palabras con una intención clara. Compara la actitud de dos personas que interactúan en un blog: "Sí, soy bloguera. ¿A ti también te gustan los artículos vintage? ¡Genial! Pues deberíamos hablar más… Mira las nuevas imágenes que publiqué en…" frente a: "Bueno, estoy intentándolo con un blog, pero no sé si lo estoy haciendo bien (risa nerviosa)". ¿Quién crees que tendrá más visitas y comentarios?

5. Escucha la opinión de los demás, pero no te la tomes al pie de la letra. Hay personas que, aunque lo hagan con buena intención, pecan de precavidas. La gente con confianza escucha a los demás, pero no se deja influenciar por su punto de vista. Ten en cuenta que se trata de tu vida.

6. Dedica tiempo a lo que de verdad importa. Las personas con autoestima saben decir que no para asegurarse de que reservan suficiente tiempo y energía para sus prioridades. Curiosamente, la gente luego se muestra más respetuosa con ellos.

7. Sé humilde. Las personas con confianza en sí mismas no hablan de sus éxitos todo el rato. Una vez, estuve en una gran fiesta de empresa y me puse a hablar con una mujer extrovertida y amable que me dijo que "trabajaba en el mundo de la edición". Después, me enteré de que era la jefa de redacción de una de las revistas más importantes de Nueva York. La gente con confianza no presume de sus logros, sino que deja que estos hablen por sí mismos.

8. Ten en cuenta que a veces el fracaso es inevitable; no lo temas. La preocupación por fracasar puede mantenernos alejados de todo. La gente que cree en sí misma sigue teniendo autoestima aunque fracase. Al fin y al cabo, saben que no hay mal que cien años dure.

9. Repite todos los pasos anteriores. Adquirir confianza puede llevarte toda una vida. Cuanto más practiques, es decir, cuanto más actitud le pongas, más fácil te resultará.

Las personas más exitosas y felices no nacen siendo las más ricas, guapas o dotadas. Simplemente, creen en sí mismas y luchan por lo que quieren. La confianza es una cualidad con un alto potencial atractivo, a la que todos aspiramos en secreto para tener más seguridad, más autoestima. Los pensamientos "sí puedo" o "no puedo" crean unas espirales de emoción muy diferentes, pues la mente es muy obediente y sigue el camino por el que nosotros queramos dirigirla. 

Actos y manías que no te dejan vivir a plenitud.

Actos y manías que no te dejan vivir a plenitud.

La felicidad es cuestión de actitud. A continuación, que actos estropean tu sonrisa cada día. 
1. Olvida el pasado y el futuro, pero no olvides el presente. Vive el ‘aquí y ahora’, justo donde surgen las oportunidades para ser feliz. Muchas veces nos quedamos atrapados en el pasado, añorando lo que tuvimos, lo felices que fuimos; o por el contrario, estamos esperando a que termine el año para ponernos nuevas metas para tener aquello que tanto anhelamos y nos quedamos esperando el futuro. Ten presente que el tiempo perfecto para ser feliz está en el presente, como un obsequio contínuo para ser feliz. Recuerda y repítete esto, 'no tienes nada que buscar, ni nada que añorar y mucho menos que esperar', es ahora el momento ideal para sentirte feliz y bendecido. Solo en base a eso construirás un maravilloso futuro y una lista de magníficos recuerdos.
2. Deja de resistirte al cambio. A veces nos quejamos por las cosas que tenemos y las que no tenemos; y nos sentimos molestos e inconformes, desde la pasividadSi no estás conforme haz algo, no te quedes quito (a). Aferrarse a lo seguro no siempre es la mejor decisión en la vida. Puede que sientas miedo a lo nuevo u que la comodidad te haga resistirte a permanecer en el mismo lugar, en el mismo puesto u con la misma persona. Recuerda que si existe algo que nunca cambiará es precisamente el cambio. Si quieres que tu vida sea mejor, haz algo distinto a todo aquello que haces o has intentado.
3. Alto al auto saboteo. Ya dicen por ahí que no existe peor enemigo que uno mismo. Aunque no lo creas, los pensamientos negativos pueden contribuir a una nefasta realidad. Si todo el tiempo estás quejándote, lamentándote de lo que no tienes pues tu realidad es esa. Las personas felices asumen que la felicidad no es eterna y asumen las dificultades o las penas, pero jamás se quedan atrapadas en eso. Asumen el dolor, no se resisten a la tristeza y solo ven esta fase como una etapa que pasará y cambiará, pues saben que algo nuevo y bueno llegará a sus vidas. Ese pensamiento tiene un efecto poderoso en su vida ¡Inténtalo!
4. Deja de ser ingrato.  Valora cada cosa que llega a tu vida y las oportunidades que se abren ante ti, quizá no sea precisamente lo que esperabas, pero es parte de un camino que te ha obsequiado. Siempre sé agradecido, algo que no significa ser conformista o tener que humillarte ante los demás, por pequeñas cosas. Puede que no te guste a totalidad lo que tienes en tu presente, pero recuerda que alguien quisiera, si quiera, tener las oportunidades que rechazas o por las te quejas a diario.
5. Olvida las apariencias. Casi siempre estamos rodeados de apariencias e incluso el ser feliz se convierte en una apariencia dentro de tu vida. Pretendes hacerte creer que eres feliz con un auto del año pero estás solo y no lo dices, u que no sientes dolor para creerte un ser más integro y te engañas, al tener que guardar tus lágrimas. Pero debes recordar que precisamente uno de los retos más difíciles en nuestra vida es aceptar quiénes somos en realidad, con algerías y penas, sin importar el qué dirán.