viernes, 18 de diciembre de 2015

Cómo hacer seguimiento a una propuesta sin enloquecer al cliente

Presentación de ventas

El cierre de la venta no empieza cuando envía la propuesta, empieza cuando expone sus argumentos y presenta por qué es la solución más adecuada para el cliente. Aquí empieza realmente el cierre, porque es en este momento donde el cliente “compra” al vendedor, “compra” su empresa y “compra” la solución que le ofrece. Esta “compra” inicial tendrá una altísima influencia en la prontitud e interés con la que el cliente luego responderá (o no) a su propuesta.
En un artículo anterior explicaba los puntos que debe tener en cuenta para hacer una efectiva presentación de ventas, de manera que al cliente le quede muy claro por qué usted es la mejor opción. Tendemos a hablar demasiado de lo que nos interesa, pasando por alto lo que al cliente le interesa. Entre otras cosas, debe incluir: qué ofrece que nadie más ofrece (su diferencial), con quiénes ha trabajado que sean un referente para ese cliente (casos de éxito), y cuál es el resultado esperado de trabajar con su empresa (claridad en los entregables). Vea en detalle las preguntas que debe responder una presentación de ventas.
Idealmente el cliente queda interesado en lo que usted ofrece y cómo lo ofrece, por lo que después de esta “compra” inicial, querrá que le pase una propuesta. Para usted como vendedor, esto significa entender muy bien lo que le va a incluir en la propuesta y discutirlo antes de enviársela.

Negociación previa de la propuesta

Este es el punto más importante de todo el proceso. Debe validar punto por punto con el cliente lo que va a incluir en la propuesta antes de mandársela, incluyendo el precio tentativo, de ser posible. Lo que está haciendo es filtrar la propuesta e irla adaptando para que represente al máximo posible la expectativa del cliente. De esta manera lo que recibirá no será una sorpresa (razón por la que no le dará respuesta). Muchos vendedores prefieren no tocar estos temas con el cliente antes de la diseñar la propuesta por temor a recibir una objeción. El punto es que esta llegará tarde o temprano, el evitarla no hará que se desvanezca; y mejor si la enfrenta en este momento porque tiene la opción de explicar y aprovecha antes de que disminuya el interés o pierda sentido de urgencia.
El cierre se negocia antes de enviar la propuesta. Una razón por la que los clientes no dan respuesta a las propuestas es porque no eran lo que estaban esperando. Lo descartaron pero se sienten incómodos diciéndole que no. El nunca dar una respuesta es un “no” tácito que evita la confrontación y una subsecuente presión del vendedor para intentar revertir la decisión, algo que el cliente quiere evitar si no está interesado.
Después de la presentación, acuerde con el cliente qué espera que le cotice, qué debe incluir y qué no debe incluir; y de ser posible, una idea de cuánto le puede costar. Esto hará que de una vez el cliente sepa de qué estará hablando y evite sorpresas. Lo puede hacer a través de una llamada telefónica o si es posible, personalmente después de la presentación (en caso de que cuente con la información necesaria para dar un estimado en ese momento). La idea es que conozca de antemano la reacción del cliente frente a lo que ya sabe que le va a enviar, y no esperar a que reciba la propuesta y empiece el proceso de negociación, o peor aún, que no vuelva a tener la posibilidad de explicar sus argumentos.

Diseño y envío/presentación de la propuesta

Si todos (o la mayoría) de temas fueron conversados con el cliente antes de diseñar su propuesta, el diseño de la misma será algo bastante sencillo. Será simplemente poner por escrito los puntos hablados, adicionando información de validación de la compañía, clientes y demás aspectos generadores de confianza (remítase a las preguntas que debe responder una presentación de ventas).
Si envía la propuesta por email, al final del correo pídale al cliente que le confirme el recibo del mismo, sólo para estar seguro que le llegó. Si la presentación de la propuesta es presencial, defina con el cliente al final de la reunión una fecha en la que lo contactará para hacerle seguimiento.
Si la propuesta está construida con los puntos que ya discutió con el cliente, dejará menos variables pendientes y por ende, mayor probabilidad de que el cliente le de una pronta y positiva respuesta. Piense en una propuesta como una minuta de las conclusiones de una reunión.

Seguimiento de la propuesta

El objetivo del seguimiento es obtener una respuesta del cliente respecto a lo propuesto por usted; saber si hay algo más que debiera explicar, acompañar o complementar. Una vez más, si los puntos fueron construidos en conjunto con el cliente, la propuesta no debería ser sorpresa.
En nuestro caso, si una vez enviada la propuesta (asumiendo que la envió por email que es lo más común), y habiéndole pedido al cliente que le confirme su recibo, no obtenemos señales de vida, hacemos dos seguimientos adicionales.
Una semana después – Enviamos un correo en el que le recordamos el tema en cuestión, diciéndole que quisiéramos confirmar el recibo de la propuesta (en caso de que no lo haya hecho en el primer envío), o si hay alguna otra inquietud que le pudiéramos ayudar (en caso de que sí haya confirmado recibo). Dependiendo de los medios previos con los que se haya contactado, este seguimiento puede ser telefónico, por WhatsApp o dependiendo de la cercanía y el tipo de relación, incluso por redes sociales (mensaje directo en Facebook, por ejemplo).
Tres semanas después – Si el cliente aún no confirma recibo, lo contactamos dos semanas después del mail anterior, sólo para estar seguros que la propuesta no le llegó a la bandeja de correo no deseado o algo similar. Por eso es útil hacer seguimiento no sólo por email, sino por otros medios para evitar riesgos en recepción del correo. Si después de este segundo contacto el cliente no contesta, finalizamos el proceso.
Si efectivamente el cliente confirma el recibo de la propuesta inicial y a menos que acuerde lo contrario (por ejemplo, que el cliente diga que lo contactará varios meses después), en la mayoría de los casos realizamos los seguimientos en las tres semanas siguientes. Obviamente, si el cliente responde en el primer seguimiento, continúa el proceso sin necesidad de realizar el segundo seguimiento.
Nuestra filosofía (y no tiene que compartirla), es que si el cliente ya le confirmó el recibo de la propuesta, hemos hecho los seguimientos correspondientes y aún así no hay definición de ningún tipo, dejamos de contactarlo. Si la respuesta del cliente es que el proyecto se postergó o algo similar, programamos hacer un seguimiento entre tres y seis meses después. Los clientes, como todos nosotros, tienen gran cantidad de cosas en qué pensar y qué resolver, todo el tiempo. Asuma que el cliente ha olvidado su propuesta, de qué se trataba y cuáles eran sus ventajas. Aproveche cada contacto futuro para validar su discurso y ayudarle al cliente a recordar.

Cierre

No importa qué le responda el cliente, sea un sí o un no, agradezca. Puede no ser un cliente hoy, pero podría serlo mañana. Las relaciones con los clientes no siempre (de hecho casi nunca), comienzan con una venta. Empiezan por un conocimiento mutuo y una generación de confianza, que dependiendo del tipo de producto o servicio, puede tardar semanas, meses o incluso años. Esta es tan sólo la primera aproximación.
El cliente se tomó el tiempo de leer su propuesta o de hablar con usted. Le prestaron atención y le dedicaron tiempo, algo escaso por estos días para cualquier persona. Le pudo haber dado información valiosa para mejorar su producto/servicio, o ideas de cómo mejorar los argumentos a futuro.

En conclusión

  1. Presente la información correcta, respondiendo todas las posibles dudas. Esta es la primera “compra” que hace el cliente de la futura propuesta.
  2. Diseñe la propuesta, pero ante de enviarla o presentarla, discútala y negóciela con el cliente.
  3. Envíe o presente la propuesta. Recuerde que la propuesta es simplemente poner por escrito lo que ya está acordado con el cliente. La información incluida en la propuesta no debe ser una sorpresa.
  4. Haga seguimiento dos veces más.
  5. Cierre el proceso. Sea con un sí o con un no, agradezca al cliente. Puede no ser cliente hoy, pero sí en el futuro.

jueves, 17 de diciembre de 2015

La metodología de las 5S

¿Qué es la metodología de las 5S y cuáles son sus beneficios?

Cuando de Kaizen se trata, no basta con conocer las técnicas y métodos que lo integran. Es necesario, para hacerlo factible, estar impregnado del espíritu Kaizen. Es algo que supera en sí a la filosofía como al sistema en materia, donde los fenómenos socio-económicos y políticos que se presentaron durante el siglo XX, particularmente en la etapa correspondiente a la posguerra, rebasaron sin duda alguna, la magnitud y amplitud de las expectativas calculadas. aspectos (Harrington, 1998).

La garantía de la subsistencia actual en el marco de este proceso, requiere entre otras cosas, del conocimiento de fondo que brinde una explicación congruente y pragmática de los fenómenos y problemas que se enfrentan y tiene que resolverse. El camino seleccionado o quizás destinado se llama calidad. Desde el origen, crecimiento, evolución y desarrollo de este concepto así como su aplicación, se ha llegado a lo que actualmente se conoce como gestión de la calidad, la cual aún brinda una explicación suficiente a nuestro tiempo.

Mejorar la calidad es el resultado de un cambio profundo en la cultura de trabajo y es un proceso difícil y permanente.
Las tres primeras “S” son consideradas como físicamente “implantables en el lugar de trabajo, es decir que están enfocadas a la eliminación de todas las cosas innecesarias, el ordenar los diversos artículos con que cuenta una empresa y a mantener siempre condiciones adecuadas de aseo e higiene. La cuarta “S” es considerada como responsabilidad  de la dirección, pues es ella quien debe preocuparse por los buenos resultados que de ellas se obtengan, así como de garantizar el éxito de las mismas a través del tiempo y por último la quinta “S”, es aplicada directamente a las personas.

Para que las personas adopten el Kaizen, es preciso crear las condiciones que eviten la desmotivación y faciliten la realización del trabajo. Por lo tanto, es necesario por un lado mejorar físicamente el ambiente de trabajo, aplicado técnicas como la metodología 5 S´s; y por otro lado eliminar los demás factores que causan desmotivación.

¿Qué son las 5S?

Metodología de las 5S
A continuación se describen cada una de las 5 S´s que componen la metodología y los beneficios que aportan al ser implantadas.

1. Clasificar (Seiri)

Ejecutar el seiri significa diferenciar entre los elementos necesarios de aquellos que no lo son, procediendo a descartar estos últimos. Ello implica una clasificación de los elementos existentes en el lugar de trabajo entre necesarios e innecesarios. Para ello se establece un límite a los que son necesarios. Un método práctico para ello consiste en retirar cualquier cosa que no se vaya a utilizar en los próximos treinta días.
El otro método hace uso de una herramienta de gestión “el diagrama de pareto”, en función de ello habría que separar los pocos vitales de los muchos triviales. Ello significa que como promedio aproximadamente entre un 20% y un 30% de los elementos son utilizados entre el 80% y 70% de las oportunidades, mientras que entre un 80% y 70% de los restantes elementos sólo se utilizan entre el 20% y 30% de las veces, así pues queda en claro que en el trabajo diario sólo se necesita un número pequeño de los numerosísimos elementos existentes en el gemba (lugar de trabajo).

La colocación de etiquetas rojas de un tamaño ostensible (sobre los elementos innecesarios) permite visualizar luego de la selección la importante cantidad de elementos sobrantes o innecesarios en el lugar de trabajo. Surge luego que hacer con tales elementos, de tratarse de documentación deberá asignársele un código y proceder a su archivo (de tal forma en caso de ser necesario hacer uso de ellos se podrán encontrar fácilmente los mismos evitando la pérdida de tiempo o el extravío de los mismos). Para tomar conciencia y analizar las causas de tanto derroche.

Destinar media hora diaria durante una semana para poner en orden los papeles, componentes y herramientas entre otros permitirá sorprenderse de la cantidad de electos inútiles que se han acumulado. Acabar con el caos es una terapia increíble, que genera una enorme cantidad de energía. En las empresas que no practican la disciplina de las 5 S´s, el caos que rodea a sus empleados absorbe  sus energías. En noventa por ciento del tiempo que viven en medio del desorden, aunque este no sea visible. El liberarse del caos otorga la suficiente energía y claridad para producir más y mejores ideas. La eliminación de ítems innecesarios deja espacio libre, lo que incrementa la flexibilidad en el uso de áreas de trabajo, porque una vez descartados los ítems innecesarios, sólo queda lo que se necesita.
suele ver a los jefes de departamento con batas y guantes especiales clasificando los materiales desechables en pilas de materiales similares, procediendo luego a analizar con cuidado los componentes de cada pila para decidir de dónde proceden, y la razón por la que utilizaron tantos recursos en hacer elementos que luego han de desecharse. Procediendo a adoptar métodos para evitar ese derroche, lo cual no sólo mejora los productos y procesos, sino que también elimina la necesidad de gastar un tiempo excesivo en el mantenimiento de las instalaciones.

2. Ordenar (Seiton)

El seiton implica disponer en forma ordenada todos los elementos esenciales que quedan luego de practicado el seiri, de manera que se tenga fácil acceso a éstos. Significa también suministrar un lugar conveniente, seguro y ordenado a cada cosa y mantener cada cosa allí.

Clasificar los diversos elementos por su uso y disponerlos como corresponde para minimizar el tiempo de búsqueda y el esfuerzo, requiere que cada elemento disponga de una ubicación, también el número máximo de ítems que se permite en el gemba. Los elementos que queden en el gemba deben colocarse en el área designada. Cada pared debe estar numerada, utilizando nombres como pared A-1 y pared B-2 la colocación de las diversas herramientas, suministros y trabajos en proceso deben estar ubicados de acuerdo a las señales o marcas especiales.

Las herramientas deben colocarse al alcance de la mano y deben ser fáciles de recoger y regresar a su sitio. Sus siluetas podrán pintarse en la superficie donde se supone que deben almacenarse. Esto facilita saber cuándo se encuentran en uso. El pasadizo también debe señalizarse claramente con pintura, al igual que otros espacios designados para suministros y trabajo en proceso, siendo el destino del pasadizo el de transito no debiendo dejarse nada allí.
Esta fase del housekeeping esta íntimamente relacionada con el poka – yoke (método de prevención de fallas o errores), así pues la colocación de los objetos en sus respectivos lugares implicará poder encontrar los mismos con facilidad, evitar su extravío, e impedir posibles accidentes.
Es muy común en áreas administrativas el extravío de documentación, contratos y otro tipo de documentación por falta del debido ordenamiento, lo cual trae aparejado importante pérdida de tiempo, como también la ausencia de documentación de importancia en momentos claves, y la mala imagen que queda de la empresa ante los ojos de clientes internos o externos. Ordenar permite disponer de un sitio adecuado para cada elemento utilizado en el rabajo de rutina, para facilitar su acceso y retorno al lugar. Disponer de sitios identificados para ubicar elementos que se emplean con poca frecuencia (Harrison et al., 2005).

Disponer de lugares para ubicar el material o elementos que se usarán en el futuro.

3. Limpiar (Seiso)

Seiso significa limpiar el entorno de trabajo, incluidas máquinas y herramientas, lo mismo que pisos, paredes y otras áreas de lugar de trabajo. También se le considera como una actividad fundamental a los efectos de verificar. Un operador que limpia una máquina puede descubrir muchos defectos de funcionamiento; por tal razón el seiso es fundamental a los efectos del mantenimiento de máquinas e instalaciones. Cuando la máquina está cubierta de aceite, hollín y polvo, es difícil identificar cualquier problema que se pueda estar formando.

Así pues mientras se procede a la limpieza de la máquina podemos detectar con facilidad la fuga de aceite, una grieta que se esté formando en la cubierta, o tuercas y tornillos flojos. Una vez reconocidos estos problemas, pueden solucionarse con facilidad.

La labor de limpieza con un espacio físico reluciente es una importante fuente de motivación para los empleados.

4. Estandarización (Seiketsu)

Seiketsu significa mantener la limpieza de la persona por medio del uso de ropa de trabajo adecuada, lentes, guantes, cascos, caretas y zapatos de seguridad, así como mantener en entorno de trabajo saludable y limpio. Esto está directamente relacionado con el punto anterior sobre las tres K. En relación a la protección de los ojos es posible contar actualmente con lentes para cada tipo de riesgo posible; pero el problema más grande es que muchos operarios no aceptan usar siempre el equipo de seguridad para proteger sus ojos.

5. Disciplina (Shitsuke)

Es acá donde la disciplina toma importancia fundamental, brindándole la información para que el empleado sea en todo momento consciente de los riesgos, y mentalizándolo para actuar conforme a las normativas de seguridad de la empresa.

miércoles, 21 de octubre de 2015

El arte de pedir favores (o concederlos) en el mundo de los negocios

Un favor es por definición algo que se concede sin esperar nada a cambio. Pero en el mundo empresarial el intercambio de ayuda no se suele realizar de forma completamente altruista. ¿Cómo entrar en este juego sin quemarnos?


El intercambio de favores es una práctica que tiene mala prensa y a menudo suscita recelos cuando se salen del ámbito de la familia y los amigos más directos. La imagen de don Vito Corleone en la película El padrino repartiendo dádivas que después se exigen a punta de pistola pesa demasiado en el inconsciente colectivo. Y las noticias sobre sobornos y cohechos que leemos todos los días en los periódicos realimentan el temor a pedir una ayuda que después nos pueden cobrar muy caro. 

Si nos olvidamos de la política y de historias del hampa, el trueque de favores en el mundo de la empresa es bastante frecuente. Y ni es ilegal ni suele generar problemas morales. Es más, “los buenos directivos y sobre todo los buenos empresarios son gente particularmente bien dotada para pedir favores. Lo hacen con encanto y con el don de la oportunidad. Siempre saben a quién tienen que pedirlo y cómo hacerlo. La vida empresarial está plagada de favores”

¿Qué intercambian los profesionales y empresarios sin caer en el cohecho? “Fundamentalmente, recomendaciones para encontrar a personas de confianza, sobre todo cuando se trata de cubrir puestos de alto nivel, como consejeros. También consejos sobre temas de comunicación, asesoría fiscal, ayuda para resolver problemas burocráticos, incluso apoyo para encontrar productos y servicios adecuados para la empresa o información útil para la gestión del negocio”

“Para intercambiar favores hay que conocer a las personas adecuadas y en el mundo empresarial esto empieza necesariamente por practicar networking”, comenta. En cuanto al mundo profesional, lo más habitual es recurrir a conocidos directos o colegas. En este caso, las ayudas más políticamente correctas son “el intercambio de tiempo (ayuda para un informe, por ejemplo), consejos e intermediación para que alguien nos abra una puerta importante”, 

¿Quieres ser exitoso?


¿Has notado que algunas personas simplemente resaltan? Sin importar su industria o su profesión, llegan hasta la cima. Son un testamento al hecho de que cuando se trata del éxito, no se trata de lo que haces sino cómo lo haces.

El “cómo” se refiere a tu actitud, ética en el trabajo, esfuerzo y disciplina. Tiene menos que ver con el talento y la habilidad y más con el compromiso. Tienes más control sobre tu éxito de lo que tú crees. El éxito no es cosa de magia o de suerte. Si echas un vistazo a muchos ejemplos de gente exitosa en cualquier industria o esfuerzo, te darás cuenta que existen ciertos hábitos en común que tienen la mayoría de ellos. Incorporar estos hábitos te ayudará a alcanzar tus metas que te has puesto en cualquier área de tu vida.

Hábito #1: La gente exitosa está conectada con su pasión

La mayoría de la gente que ha alcanzado un gran éxito, ama lo que hace. Cualquiera que ha llegado a la cima de su industria, profesión, deporte o hobby siente pasión por lo que hace. El éxito generalmente requiere de mucho trabajo, compromiso, persistencia y disciplina. Todas estas cosas pueden sonar muy desalentadoras a menos que sientas pasión por las tareas que tienes que cumplir.

¿Qué tanta pasión te despierta la meta que deseas alcanzar? ¿Qué tanta pasión sientes por tu vida en general? Haz un inventario de con qué frecuencia haces lo que te gusta. Cuando infundas a tu vida las actividades que te emocionan e inspiran, te esforzarás menos para comprometerte con tus metas. Asegúrate de que cualquier cosa que persigas, sientas pasión por ella.

Hábito #2: La gente exitosa toma decisiones y actúa

La gente exitosa es buena para tomar decisiones. Con frecuencia las más grandes oportunidades de la vida vienen rápido y se van; aquellos que actúan tienden a tener la ventaja. Esto no signiica que debemos ser irresponsables con nuestras decisiones. Puede que no sea perfecto, pero aprendemos de nuestros errores y, en consecuencia, tomar el curso correcto.
¿Qué decisiones estás evitando? ¿Tal vez sea ir al gimnasio, comenzar con un nuevo curso o hobby, o actualizar tu currículo? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué es lo que te detiene? La pasividad es la antítesis del éxito. Los errores y las fallas son parte del juego. La mayoría de la gente exitosa se equivoca más veces de las que triunfa, pero, para empezar, entran al juego.

Hábito #3: La gente exitosa está enfocada

La gente exitosa se enfocada en una sola cosa a la vez. No intentan ser los mejores en el tenis y en el fútbol. No abren dos

negocios a la vez. No estudian para ser chefs y maestros. Escogen una cosa y dedican su tiempo y energía para ser los mejores en esa área.

¿Estás enfocado en tu meta principal? ¿Estás intentando hacer mucho? No se trata de hacer sacrificios y escoger un área de tu vida por encima de  otra, pero, en vez de eso, saber que no todo puede pasar al mismo tiempo. Muchos de nosotros nos hacemos muchas metas a la vez y eso termina por distraernos con conflictos y, por último, frustrados con nosotros mismos por no ser capaces de hacer todo a la vez. Escoge una meta grande que esté por encima de tus compromisos regulares y dedica todo tu esfuerzo y atención a hacer lo mejor en esa área. Cuando lo logres, asegúrate de celebrar tu éxito.

Hábito # 4: La gente exitosa se rodea de gente exitosa

Hay mucho de cierto en el dicho “No puedes hacer todo tú solo”. Cualquiera que ha logrado algo siempre tiene una gran lista de gente a la cual agradecer. Desde amigos a familia a compañeros de equipo, de trabajo, maestros, mentores y entrenadores. La gente exitosa se rodea de gente buena, positiva, que da todo su apoyo, que inspira, talentosa, culta y exitosa.

Cuándo ves a la gente de la que te rodeas, ¿te estás rodeando con la mejor gente posible para alimentar tu éxito?  ¿Tienes el apoyo, motivación e inspiración que necesitas para alcanzar tus metas? ¿La gente que tienes a tu alrededor te admira y genuinamente quiere que seas exitoso? Si no, has una decisión consciente para buscar y conocer gente que piense como tú.

Hábito #5: La gente exitosa cree en sí misa y en sus sueños

Definitivamente no hay un sustituto para el pensamiento positivo. La gente exitosa es capaz de ver el éxito antes de que ocurra.  Aun si no está segura, cree que es posible. Cree en ella misma, sus habilidades y su propio potencial. Cree que el trabajo duro, la persistencia y la práctica con el tiempo dan frutos. Tienen confianza y son optimistas.

¿Hasta qué punto crees en ti mismo? ¿Eres optimista o escéptico acerca de tu propio éxito? ¿Esperas lo mejor pero te preparas para el hecho de que tal vez no alcances tus metas? Si notas que estás siendo negativo contigo mismo o con las metas que quieres alcanzar, comienza a trabajar consciente y deliberadamente en lo que cree. Escribe o repítete en voz alta una afirmación positiva cada vez que te caches diciéndote algo negativo.

Hábito #6: la gente exitosa se esfuerza por alcanzar la excelencia

La gente exitosa no se queda conforme con un resultado “decente”. No está contenta con llegar al promedio o con ser mediocre. Busca siempre mejores estándares. Tiene una ética excepcional en su trabajo y esperan más de sí misma que lo que otros esperan de ella.

¿Qué tanto esperas de ti mismo? ¿Qué tan altos son tus estándares que te pones  de excelencia a nivel personal? ¿En qué aspectos de tu vida te conformas con resultados “decentes”?

La verdad es que entre más esperas de ti, más seas capaz de hacer. Escoge un área de tu vida en la que quieras estar por encima del promedio. Ponte metas que te queden. No te conformes con poco. Tú eres más que eso.

Hábito #7. La gente exitosa se cuida a sí misma

La gente exitosa reconoce la importancia de “recargar las baterías”. Entiende que hay una necesidad de balance y el hecho de que para operar a cierto nivel, tienen que cuidarse a ellos mismos –física, mental y emocionalmente.

¿Qué tan bien te cuidas a ti mismo? ¿Sientes con frecuencia que no tienen lo suficiente para ser capaz de concentrarte en tus metas? ¿Te tomas el tiempo para cuidar de tu salud física y mental? El primer paso para cuidarte es aprender a decir “No”. Encuentra una forma de ponerte a ti mismo en tu lista de prioridades. Para alcanzar tus metas, debes poner atención especial en tus propias necesidades y valorar tu felicidad tanto como valoras la de los demás.

¿Qué es lo que debe tener un buen jefe?

Es bueno tener claro cuales son las características más notables de un buen jefe porque, por desgracia, no es algo que abunde en estos tiempos por más que se empeñen muchos empresarios en darnos lecciones de hacer las cosas y enseñarnos a ser más productivos.

Los buenos jefes no lo son en el papel por el nombre del puesto o categoría que ostenten, sino que se distinguen como tales en base a sus acciones. Y no por acciones aisladas, sino por repetir de forma continuada una serie de cosas que los acabarán identificando como unos verdaderos líderes a ojos de su equipo.

1. Desarrollar a todos los miembros de su equipo.
Para cualquier jefe basar sus acciones en las metas de largo plazo, en el logro de resultados y en el cumplimiento de los objetivos concretos, es lo más normal, pero como se suele decir, eso es poner el ‘carro delante de los bueyes’.

Sin ‘grandes’ empleados, de poco vale obsesionarse con el medio o largo plazo. Los empleados sólo pueden lograr lo que son capaces de alcanzar, por lo que el buen jefe deberá ayudar a todos sus empleados a ser más capaces e intentar sacar más con la motivación que para ello sea necesaria.

No limitarse a mirar si los datos se cumplen o no. Debe de preocuparse por el desarrollo personal y profesional de su equipo como forma de sacarles todo el talento. Tendrá que pasar la mayor parte de su tiempo en desarrollar y potenciar las habilidades de sus empleados y el logro de los objetivos será un resultado que vendrá dado.

2. Resolver los problemas inmediatamente.
Algo que es muy frustrante para los empleados es la lentitud en la resolución de problemas o conflictos.
Disputas interpersonales, problemas de rendimiento, peleas entre los departamentos … todo afecta a los empleados negativamente con desmotivación y pérdida de entusiasmo, a parte de que los distraen.

Los pequeños problemas siempre se enquistan y se convierten en grandes problemas si no se tratan con rapidez. Si un jefe ignora un problema hace que sus empleados pierden el respeto por él, y sin respeto no hay liderazgo.

El buen jefe no espera a que un problema desaparezca por arte de magia o que lo solucione otro. Trata los problemas de frente con independencia del tamaño pero siempre con rapidez.

3. Rescatan a su peor empleado.
Si, es un gran reto, lo se. Casi todas las empresas tiene al menos un empleado desmotivado, que no puede completar sus tareas,… o simplemente parece que no puede mantener el ritmo. Con el tiempo este empleado llega a ser visto por sus colegas como un estorbo.

Probablemente intenta mejorar pero el solo no puede. El buen jefe deberá intentar reinsertarlo al equipo, que consiga la motivación y se convierta de nuevo, a ojos de sus compañeros, como un elemento fundamental para el buen funcionamiento del grupo.

Trabajar con empleados motivados y buenos productivamente hablando es fácil. El buen jefe se ve cuando rescata ‘causas cuasi perdidas’.

Para ello demuestra confianza, le tranquiliza y le deja claro que lo estará ayudando en cada momento y paso que dé.

No se trata el bajar los estandares de producción, sino que se debe de tirar del mentoring y del coaching que todo líder debe de poseer entre sus habilidades para conseguir ‘que vuelva al redil’.

4. Siempre al servicio de los demás.
El buen jefe no es egoísta. Nunca decir o hacer algo que de alguna manera lo ponga como el centro de atención, aunque sea brevemente.

El éxito de un buen jefe no se percibe de forma directa, sino de forma indirecta a través del buen funcionamiento de su equipo
.
Cuando los empleados destacan, el buen jefe destaca. Cuando el equipo tiene éxito, el jefe tiene éxito. Al rescatar a un empleado como en el punto anterior, las felicitaciones se darán al empleado, no son para el jefe.

Cuando actúa de forma constante demostrando que él es menos importante que los miembros de su equipo, estos le tendrán un mayor respeto.

5. Siempre recuerda de donde viene.
Para algunos de los empleados, el jefe ha nacido en ese puesto, no lo han visto en puestos de jerarquía inferior nunca. Está a cargo. Es el jefe.

Cuando un empleado quiere hablar de algo con el jefe, aunque sea intrascendente, el buen jefe aprovechará eso para demostrarle comprensión, inspirarle tranquilidad, motivarlo,…, buscando el que se sienta escuchado y valorado para conseguir el máximo rendimiento en lo que haga.

El buen jefe recuerda cuando ese empleado era él y lo que sentía cuando realizaba lo que su empleado hace ahora con él.

6. Nunca tener envidia o sentir miedo de los miembros de su equipo.
El líder (buen jefe) ve en el desarrollo profesional de su equipo como un éxito, nunca como un temor a que puedan quitarle el puesto. Miedo y envidia son sentimientos cercanos en muchas ocasiones que nunca deben de aflorar ante el progreso y crecimiento de los miembros de su equipo.

Y es que el buen jefe no mide su éxito como ya dije como algo personal, sino como algo grupal: si su gente prospera, el grupo prospera y él también.


martes, 6 de octubre de 2015

Seis actitudes que tienen hartos a los profesores en el aula

"La causa de estas quejas no es solo la pereza cognitiva del alumno, sino también lo que el profesor y la universidad ofrecen como cultura académica"

No leer, chatear por el móvil y comer en clase, aspectos que sacan de quicio a los académicos.

Algunos llevan décadas enseñando en las aulas, varios se cuentan entre los mejor evaluados por sus alumnos, unos dan clase en los primeros años de universidad, y otros, a los que están al final de la carrera. Hay quienes enseñan en carreras humanistas, otros son cien por ciento matemáticos.

El abanico es amplio, pero cuando les dimos a una decena de profesores de educación superior un minuto de confianza para desahogar aquello que más les molesta de sus alumnos, las respuestas se repitieron casi como una letanía. El estudio, que se realizó con una decena de profesores chilenos, demostró la coincidencia en las actitudes que más les molestan, desde lo anecdótico a temas más preocupantes.

En Colombia, los motivos de disgusto son similares,aunque esos son los síntomas, la culpa es compartida. “La causa de estas quejas no es solo la pereza cognitiva del alumno, sino también lo que el profesor y la universidad ofrecen como cultura académica”

A continuación, los aspectos en que hubo mayor coincidencia:

Ley del mínimo esfuerzo

La lógica instrumental desmotiva a varios profesores. “Lo que más me molesta es cuando preguntan: ‘¿esto entra para la prueba?’, con la idea implícita de ‘si no, no me importa’. A veces creo que hay alumnos que solo quieren sacar el título. No les interesa aprender”, analiza un profesor senior. El más joven se queja de lo mismo: “Preguntan: ‘¡¿hay que leer todo el texto?!’, ‘pero, ¿qué va a entrar en la prueba?’. Es la ley del mínimo esfuerzo”.

“En quinto año, si estiman que lo que uno pasa no les va a servir, simplemente no vienen”, agrega una docente. “El alumno hoy está articulado alrededor de ‘para qué sirve’ lo que le enseñan, qué utilidad tiene –agrega otro–. Y hay contenidos que apuntan solo a desarrollar la capacidad reflexiva. Les digo: ‘sirve para que sean más inteligentes. Para que en la próxima reunión familiar parezcan más cultos’ ”, ironiza.

Miran para otro lado

Si no leen, no es raro que su participación en las clases sea escasa. “No opinan. Uno pregunta y es como si pasaran un millón de ángeles. Hay hasta un minuto de silencio, y ellos miran para otro lado”, dice un profesor joven.

Otro que lleva años dictando cátedra coincide: “A veces algunos hablan aunque no sepan, pero en muchos casos es el cementerio total. Tienes que mirarlos fijo para que se sientan obligados a hablar”.

“Es frustrante porque uno prepara material antes de la clase, lleva casos para analizar y espera tener una clase participativa, pero te das cuenta de que no se puede, porque ellos no leyeron. Los que opinan son siempre los mismos, cuatro o cinco. Y los otros se empiezan a aburrir y agarran el celular”

El móvil es más importante

“La regla es que si el celular suena, el dueño tiene que salir a hacer una gracia frente al curso, como recitar o bailar. Como son tímidos, funciona”, Pocos, sin embargo, logran disimular el uso de WhatsApp y redes sociales. “Mandan mensajes por debajo de la mesa y sonríen como bobos, pensando que uno no se da cuenta”, delata uno. En otra universidad, “los sacan descaradamente y chatean. Uno no puede retarlos. No estamos en el colegio”.

Y otro se queja: “Parece que el mensaje que les mandan es más importante que la clase. “Intentan disimular, porque saben que me enfurezco. Les digo: ‘mándele saludos a su noviecita’, y ahí lo guardan”.

Impuntuales y comelones

Para los académicos, hay actitudes de sus alumnos impensables cuando ellos fueron estudiantes. “Comen en clases. Sacan barras de cereal, bebidas... Yo tiré la toalla con la gente comiendo en clase”. La impuntualidad de algunos también es motivo de fastidio. “Llegan 10 minutos tarde y se enojan porque no los dejas entrar”. Otra queja de quienes tienen años de docencia es el saludo. “Que las estudiantes lleguen saludando de beso me incomoda. Quiebra la distancia de autoridad necesaria”.

‘Súbame la noooota’

Al final del año suelen aparecer estudiantes abrumados por una nota que no les alcanza para pasar. “Considero extraordinariamente irritante que invoquen razones extracurriculares para subirles la nota, como ‘soy el primero de la familia que llega a la universidad’ o ‘con esta nota voy a perder la beca’. ¡Uno no puede subir notas por razones humanitarias o compasión!”, señala un profesor joven, que condena igualmente a “algunas chicas que esbozan una sonrisita para que le subas la nota o incluso visten provocativamente, con escotes, por si les funciona”.

‘No alcancé a leerlo’

Leer parece ser una costumbre en retirada en la actual generación de estudiantes, pues es el más reiterado y vehemente reclamo de los profesores. “Lo que más me molesta es que jamás leen. Si no hay prueba, no leen, y cuando leen te das cuenta de que además tienen muy poca comprensión de lectura”. “El concepto de lectura obligatoria no significa nada para ellos, aunque figure en el programa. No está en su hábito hacerse un plan de lectura”, reclaman dos profesores del área de ciencias sociales. Y otro, “entonces uno, como las abuelitas, tiene que empezar a contarles de qué se trataba el texto y decirles ‘esto es lo principal’, y ellos anotan y anotan, en una actividad intelectual totalmente pasiva”.


Como estudiar y mejorar en el aula

Enfoque y desaceleración

Intenta estas simples sugerencias para enfocarte y hacer más lentas las cosas. Tu concentración y memoria mejorarán, ganarás amplitud de perspectiva, y serás capaz de pensar más claramente y con menos esfuerzo.

Cuando enfocas tu mente y enlenteces tus acciones de manera controlada cosechas las ventajas de tener menos tensión, y ganas una conciencia más tranquila y conectada con el momento presente. Aquí tienes una serie de recomendaciones que te ayudarán con estos objetivos.

·         Observar. Nadie puede dejar de pensar completamente; es imposible. ¡Si comienzas a tratar de no pensar, sólo terminaras por pensar en cómo dejar de pensar! Lo que puedes hacer, sin embargo, es retirarte de tus pensamientos y hacerte un mero espectador objetivo.

·         No seguir. Imaginar tu mente como una pantalla en blanco o un cielo oscuro. Permite que tus pensamientos vengan y vayan, pero resiste el impulso de seguir a cada uno. Tu cerebro reducirá la velocidad finalmente y te sentirás menos presionado.

·         Contar. Si encuentras que es difícil alejarte de tus pensamientos, trata de contar despacio cuando respiras. Mira a tus pensamientos y trata de resistir y no seguirlos. Enfoca tu atención a la cuenta cada vez que respiras.

·         Reenfocar. Cuando trabajas y piensas trata de poner toda tu atención en la tarea. Y cada vez que tu mente vaga, vuélvela a la tarea. Mientras sigues reenfocando tu atención, comenzarás a calmar la mente.

·         Señales. Un indicio de atención fragmentada es el movimiento fragmentado. Por ejemplo, cuando estás en el cine, es fácil notar si los otros alrededor tuyo están totalmente atentos a la película. La gente que resopla y suspira, que mueve sus cabezas para un lado y otro y que se remueven en sus asientos tiene dificultades para concentrarse. La atención absorta va por lo general acompañada de una postura del cuerpo quieta y relajada. Recuerda esto.

·         Interés. Trata de encontrar el interés a proyectos y eso te ayudará a concentrarte. Incorporar una nueva afición puede ser una ayuda tremenda. También deberías tratar de encontrar algo interesante hasta en las tareas más aburridas. Si estás en una reunión, acércate a alguien y comienza una conversación. Ponte inquisitivo y podrías descubrir que tienes intereses similares a la otra persona.

·         Apertura mental. La mente necesita desafíos nuevos y absorbentes para renovarse. Nota algo nuevo en el camino a casa que no habías notado antes. Compra una revista acerca de un tema que normalmente no mirarías, léela. Se trata de abrirse a nuevas posibilidades.


Para las insuficiencias en lectura

Hoy día, es más que preocupante el bajo rendimiento generalizado en redacción y lectura, ya comprobado en niños como en adolescentes y adultos.

Creemos que el mal rendimiento en la lectura tiene soluciones aplicables en dos categorías diferentes:

·         La lectura como gimnasia cerebral
·         La lectura autorregulada

La lectura como gimnasia tiene tantas variantes como la gimnasia para ejercitar una habilidad física.

Puedes comenzar por elegir un programa de lecturas previamente diseñado para avanzar en un tema por niveles de complejidad creciente. Prácticamente es imposible que no encuentres "lecturas programadas" en Física, Filosofía, Psicología, etcétera. Después de seguir los programas de lectura de tres temas, habiendo pasado los niveles más básicos de comprensión, prueba crear tus propios programas de lectura, en temáticas diferentes, y siempre con cierta exigencia para la comprensión. Por supuesto que se trata de leer textos exigentes, no servirán comics ni cuentos ni novelas, por difíciles que sean.

·         Prueba con divulgación científica, con filosofía, con sociología, arte, etc.

·         Inventa tus propios programas de lectura basándote en el uso de enciclopedias.
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Por otra parte, la lectura autorregulada consiste en tres cosas:

·         Saber cómo prevenir errores (previamente hay que conocerlos y desarrollar la habilidad de reconocerlos.) Un error de lectura simplísimo y pandémicamente distribuido es continuar leyendo más allá de un error de interpretación o de una ausencia de interpretación.

·         Saber cómo prevenir insuficiencias (de atención, de retención, de comprensión, de percepción directa, de creación de imágenes, de estructuración u ordenamiento, de lógica, etc.)

·         Saber ampliar recursos (el tiempo, el espacio, nuestra capacidad de atender, nuestro interés, nuestro ambiente, nuestra capacidad de explorar, nuestra capacidad de retener, nuestra capacidad de percibir y analizar, etcétera.)

Si bien la lectura autorregulada se puede aprender sin tener mucha experiencia en lecturas programadas, escasamente se aplica con conocimiento y habilidad. Si en tu caso necesitas mejorar en lectura y autorregulación, nuestra recomendación es que leas todos los tips de Educación Mental de nuestra Escuela, eso alcanzará para comenzar a cambiar.
  
La marca de la consciencia

En caso de estar preocupados por notar muy bajo rendimiento en concentración y memoria, y ser conscientes de disponer de muy poca voluntad para el trabajo sistemático; aún en tal caso, existe un recurso que permite remontar la pendiente.

No siempre es necesario comenzar por un trabajo sistemático. Existe un atajo verdaderamente sencillo y espectacularmente efectivo: Jugar a "darse cuenta", en cualquier momento en el que no estemos haciendo otra cosa que dejar transcurrir el tiempo (Ejemplos: esperas en un comercio, viajando en un transporte público, caminando por la calle, en una tanda de propagandas de televisión, etcétera.)

¿Cómo jugar a darse cuenta? Divides la actividad en dos partes.

Primera parte: Enfocas tu conciencia en el ambiente que te rodea, te propones darte cuenta de algo que de no enfocarte no te darías cuenta. Hazlo en el ambiente en el que te halles, siempre encontrarás que de no haberte propuesto darte cuenta jamás habrías podido afirmar o negar la existencia de muchísimas cosas. El enfoque de la conciencia con el propósito de "darse cuenta de algo que de no enfocarnos no hubiéramos podido afirmar o negar su existencia" funciona como un marcador (una señalización) y un intensificador cognitivo.

Segunda parte: En cualquier momento, ya alejado del ambiente - en tiempo y espacio - trata de recordar en qué te fijaste, de qué cosas te diste cuenta. Ejemplos: "Los soportes metálicos del tacho de residuos, cómo estaban fijados con 2 tornillos por lado en vez de uno como hubiera supuesto... Las figuras geométricas de una marca comercial de electrodomésticos, recién ahora me percato de que se tratan de dos triángulos superpuestos con una leve diferencia de ángulo..."

Nada puede ser menos exigente ni tan efectivo. Para hacer varias veces por día. Pruébalo por dos semanas.
   
Afinando la percepción para mejorar la concentración

Naturalmente, tendemos a prestar un mínimo de atención a lo que oímos. Salvo que alguno de los sonidos se destaque particularmente del resto, el nivel de atención que consideramos normal invertir es bastante pobre. Pero si mejoramos la percepción auditiva notaremos incrementos en el rendimiento de habilidades mentales en varias facetas.

Trata de seguir esta recomendación por un período de dos o tres semanas:
Siempre que te encuentres en un lugar nuevo, es decir, siempre que conozcas un lugar nuevo, cierra los ojos unos cuantos segundos y presta atención a todos los sonidos que puedas captar. Haz como si fuera un listado de cada cosa que captes. Risas, susurros, conversaciones, frases aisladas, palabras aisladas, los sonidos de las sillas, los pasos, las puertas, el aire acondicionado, el tecleo de una persona escribiendo en la PC, lo que se acerca y lo que parece alejarse, etc. Trata de que ese minuto de atención auditiva sea mejor cada vez que lo practiques. Puedes hacerlo en el día varias veces y no necesitas más de un minuto cada vez.

Comienza utilizando esta actividad cada vez que estás en un lugar o situación nueva, paulatinamente incorpora lugares conocidos y sentidos no visuales, como el tacto y el olfato.




Pistas que agilizan

Los encabezados, los subtítulos, y los primeros párrafos condensan información clave, y siempre te pueden servir para conseguir una lectura rápida para captar sobre qué trata un capítulo. A su vez, algunas palabras en el capítulo te ayudarán a concentrarte en los puntos importantes y a no hacer caso de lo que no tiene importancia. Saber cuándo apresurarse, cuándo reducir la velocidad, cuándo no hacer caso, o cuándo no atender demasiado realmente te ayudará a leer más rápido y con más eficacia.

Cuando ves palabras y frases como "igualmente", "además," y otras por el estilo, deberías saber que nada nuevo será introducido. Si ya sabes lo que continúa, puedes apresurarte o saltar completamente lo que viene.

Por otra parte, cuando ves "por otra parte," "sin embargo," "mejor dicho", "pero", y similares, reduce la velocidad -pues viene información que añade una nueva perspectiva o contradice lo que acabas de leer.

Finalmente, ten cuidado con palabras y frases como, "resumiendo," "para concluir," "por lo tanto", "por consiguiente", "así" - aquí viene la verdadera esencia del escrito.

Los consejos tradicionales

Los consejos tradicionales para mejorar la lectura plantean los requisitos mínimos indispensables para alcanzar un mejor nivel lector. Trata de establecer con cuáles de los requisitos te cuestan cumplir y trabaja a partir de allí.

Requisitos mínimos para aumentar tu velocidad de lectura:

1.      Enfocar tu atención y concentración.
2.      Eliminar distracciones externas.
3.      Procurar un ambiente ordenado y cómodo.
4.      No demorarse en palabras u oraciones, pero buscar en el diccionario a las palabras claves que debes entender a fin de captar cada concepto global.
5.      Tratar de captar los conceptos fundamentales antes que intentar entender cada detalle.
6.      No mover los labios cuando lees (vocalización), trabaja con un objeto en tu boca.

Requisitos mínimos para aumentar comprensión:
1.      Tratar de hacer que tu aprendizaje sea en una secuencia lógica, añadiendo nuevo conocimiento al conocimiento existente.
2.      Revisar y replantear tu lectura. Testéate para ver si estás asimilando la información importante.
3.      Si las cosas no tienen sentido, desechar tus conclusiones. Vuelve, relee, y trata de hallar una conclusión alternativa.
4.      Resumir lo que has leído, en tus propias palabras.  

Des localizar

Cuando se trata de explicarnos existencialmente, realmente no apuntamos a las funciones neurofisiológicas y - muy por el contrario - nos identificamos con el pensamiento consciente, con plenas capacidades de creación y de percepción. Como si fuéramos algo distinto al cuerpo.

La idea de estar "localizados" como individualidades autoconscientes en alguna parte específica del cerebro es una convención acorde a la principal corriente ideológica de la ciencia; aunque, de todas maneras, la conciencia humana aún no sea un tema dilucidado.

Normalmente jugamos el juego de la vida como puntos de vista localizados e identificados con el cuerpo. He aquí un área de confusión importante. Por un lado, nos cierra mejor la idea de ser algo distinto a los lóbulos prefrontales pero por el otro lado tanto la ciencia como la practicidad de la vida diaria nos inducen a localizarnos e identificarnos físicamente.

Somos seres autoconscientes aunque dependemos del cuerpo físico para nuestra entrada sensorial y nuestras acciones en el universo físico.

Pero una metáfora aceptable (y muy agradable) de la libertad es ser sólo pensamiento autoconsciente. Y asumiendo ésto imaginativamente como una variante de la meditación se pueden obtener interesantes efectos en cuanto al desarrollo de habilidades.



Plantéate este juego mental:

Primera parte:

Asume que un ser de pensamiento puro realmente no está localizado en ningún lugar, excepto por su propia idea al respecto; y asume que se puede funcionar con más que un punto de vista a la vez.

Puedes dejar todo lo relacionado a tu cuerpo en el lugar que más desees, junto con tu punto de vista normal, y crear un segundo punto de vista y usarlo únicamente para los ejercicios. ¿Cómo creas un punto de vista? Simplemente escoge un punto de vista X y comienza a funcionar desde él.

Sólo añade un segundo punto de vista alternativo al que habitualmente asumes.

Segunda parte:

Imagina un campo o una montaña o algún otro lugar muy grande con la cual tengas un poco de familiaridad y no te disguste.

No uses lugares cercanos al cuerpo, no uses la casa en la que estás o la montaña en la que estás. Un punto de vista separado es más fácil de crear cuando hay espacio adecuado que naturalmente separe a los puntos de vista.

Ahora cierra tus ojos e imagina que miras abajo a la montaña o lo que hayas seleccionado. Imagínate - como pensamiento puro - penetrando en ella y luego saliendo de ella. Realmente haz ésto en tu imaginación, entrando y saliendo, varias veces.

Cuando comienzas este ejercicio, todo se basa en la imaginación pura. Pero cuando sigues mirando y moviéndote y uniéndote con la materia del lugar elegido te establecerás gradualmente en el nuevo punto de vista.

En algún momento sentirás y tendrás percepción desde el nuevo punto de vista. Puede ser vago pero se sentirá verdadero. Esto establece el nuevo punto de vista y permanecerá mientras sigas usándolo y moviéndolo alrededor.

Haz esto con tu imaginación hasta que te sientas cómodo acerca de entrar y salir de lugares grandes no cercanos al cuerpo.

En un par de semanas notarás el efecto en tu capacidad de atención y captación.

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Alcanzar y retirarse

Estas dos acciones básicas están detrás de muchos de los mecanismos mentales que intervienen en nuestras habilidades, y es recomendable tener un cuidado especial con ellas pues se convierten en mecanismos automáticos que no nos favorecen.

Veamos lo elemental. Ejemplos de ambas acciones:
·         Uno intenta alcanzar todo lo que le causa placer.
·         Uno se retira de aquello que le causa incomodidad u otra molestia.

El lado malo del asunto aparece cuando estos mecanismos se atascan inconscientemente y se vuelven recursivos o tendenciosos. Ejemplos:

·         Al sobre alcanzar: Un individuo muy atraído por una chica intenta conquistarla acercándose permanentemente a ella, sea directamente (acordando citas o haciendo que parezcan casuales) o indirectamente (llamándola frecuentemente, enviándole regalos constantemente, o sugiriendo compromisos definitivos antes de tiempo). Algo análogo a un vendedor que lejos de convencer fastidia con demasiados intentos de alcanzarte. A nivel intelectual, ocurre al estudiar cuando pasamos horas y horas leyendo sin descanso o cuando nos pasamos el tiempo analizando los datos sin pasar a la siguiente etapa.

·         Al retirarse permanentemente o prematuramente: Una persona que se aísla, que rehuye o que abandona lo que emprende antes de tiempo, que no puede comprometerse con nada ni nadie, que se torna hipercrítica y descree de todo menos del fastidio permanente que personas, situaciones y cosas le causan. Antes de que pueda tener siquiera la oportunidad de alcanzar algo ya la está desperdiciando debido al retirarse prematuramente y compulsivamente. A nivel intelectual, cuando concluimos apresuradamente o cuando nos basamos sólo en las impresiones generales o iniciales acerca de un asunto.

Recomendación para dos semanas:

1.      Plantéate una auto observación estricta acerca de estas dos acciones con la intención de descubrir dónde están tus atascamientos habituales. Toma nota de ello para evitar caer en la tendencia automática en otras ocasiones.
2.      Estudia o analiza un tema estableciendo "retiros" del mismo que coincidan con el proceso recién terminado de cada idea mayor o principal.