Mostrando entradas con la etiqueta educación. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta educación. Mostrar todas las entradas

lunes, 9 de octubre de 2017

Educacion Creativa

El siguiente Blog esta destinado a la Educación Creativa 





 Se piensa raras veces en los profesores como profesionales creadores. El auténtico aprendizaje, es creativo. ¿Por qué, entonces, no considerar también como tal al profesor que lo dirige?. Por la propia naturaleza de su profesión los profesores tienen que comportarse en la forma característica de la persona creativa. Deben darse cuenta de lo que sucede en la clase y ser sensibles a ello. A fin de ser eficaces, deben percibir las necesidades de sus alumnos y conocer aquello por lo cual se sienten motivados y capacitados para aprender.

Los profesores han de ser flexibles, capaces de enfrentarse constructivamente con hechos imprevistos, con cambios de última hora en programas y planes, y con nuevas situaciones que se originan en las actividades de sus alumnos y desconciertan a la dirección. Deben ser espontáneos, capaces de reaccionar rápidamente y con confianza ante los acontecimientos.





Aprendizaje y enseñanza creativos

Definimos el «proceso de aprendizaje creativo» como una forma de captar o ser sensible a los problemas, deficiencias, lagunas del conocimiento, elementos pasados por alto, faltas de armonía, etc.; de reunir una información válida; de definir las dificultades o de identificar el elemento olvidado; de buscar soluciones; de hacer suposiciones o formular hipótesis sobre las deficiencias; de examinar y reexaminar estas hipótesis, modificándolas y volviéndolas a comprobar, perfeccionándolas y finalmente comunicando sus resultados. Esta definición describe un proceso humano natural en cuyas etapas están implicadas fuertes motivaciones.

Hay momentos en los procesos educativos en los que el alumno, por especial sensibilidad hacia algunos problemas, detecta lagunas en la información, deficiencias o incongruencias que pueden crear en ese momento el sentimiento de algo incompleto, de que la clase o el curso no va bien, o que no es práctico. Es cuando se provocan las mayores tensiones. Cuando así sucede, el alumno se encuentra incómodo porque reconoce una necesidad. Cualquiera que sea el calificativo que empleemos, necesita descargar su tensión. Si no sabe dar una contestación correcta a esta inquietud, o si sus formas habituales de respuesta son inadecuadas, tratará de hallar las posibles explicaciones, tanto en el archivo de su propia memoria como en otras fuentes: libros o experiencias ajenas eludiendo al profesor.



El alumno adulto buscará soluciones alternativas, tratando de evitar los tópicos y las respuestas obvias (también erróneas o impracticables), investigando, diagnosticando, manipulando, volviendo a ordenar, reconstruyendo y haciendo conjeturas y aproximaciones. Hasta que estas conjeturas o hipótesis no quedan probadas, modificadas y reexaminadas, el que aprende se siente incómodo. Sigue motivado para continuar tratando de perfeccionar su respuesta hasta que le parezca satisfactoria, tanto estética como lógicamente.



La tensión permanece mientras el alumno no comunica sus resultados a los demás. A esto lo denominamos «proceso de aprendizaje creativo», porque implica una producción de información o desarrollo de habilidades nuevas y en cierta medida originales para el individuo que aprende.






La potenciación didáctica de la creatividad.

El proceso de aprender creativamente lleva consigo motivaciones humanas tan fuertes y estimulantes como las siguientes:

Implicación personal en algo significativo.


Curiosidad y deseo de saber ante lo que sorprende, lo inacabado, la confusión, la complejidad, la falta de armonía, la desorganización y otras cosas por el estilo.

Simplificación de la estructura o diagnóstico de una dificultad por medio de una síntesis de la información conocida, formando nuevas combinaciones o identificando fallos.
  1. Elaboración y divergencia, planteando nuevas alternativas, nuevas posibilidades, etc.
  2. Posibilidad de juzgar, evaluar, contrastar y comprobar.
  3. Desechar las soluciones condenadas al fracaso, erróneas o no prometedoras.
  4. Elegir la solución más adecuada haciéndola atractiva y estéticamente agradable.
  5. Comunicar los resultados a otros.

 Lograr predisposición a aprender

La predisposición a aprender de cada uno está determinada por factores culturales, personales y motivacionales. El profesor debe tener en cuenta los tres factores para actuar con la predisposición del alumno. Pero, de manera directa, es responsable del factor motivacional. Con esto decimos que si un alumno no está predispuesto a aprender determinada cosa en razón del ambiente cultural en el que interactúa o por sus características personales, deberá ser el profesor quien induzca la adecuada predisposición en la misma situación de enseñanza-aprendizaje.

La predisposición a aprender, o lo que es lo mismo la predisposición a explorar alternativas, debe estar presente a lo largo del proceso de aprendizaje. Para asegurar esto es necesario: activar, mantener y dirigir una predisposición a explorar alternativas.

Activar la predisposición


La predisposición se activa despertando curiosidad en el alumno, lo que se consigue a su vez creando incertidumbre. Por ejemplo, un profesor puede despertar curiosidad en sus alumnos sobre cómo juega la ley de probabilidades, preguntándoles si podrían anunciar por anticipado los números premiados de la lotería.

Dirigir la predisposición

Para dirigir la predisposición a explorar alternativas, debemos indicar claramente a los alumnos cuál es el objetivo de la tarea. En el ejemplo anterior, el profesor informará que deberán descubrir si es posible o no la predicción anticipada de los premios de lotería y que ello se basará en la aplicación de la ley de probabilidades.

Mantener la predisposición


Para mantener la predisposición debe evitarse que el alumno experimente las consecuencias dolorosas del error. Por ello es necesario guiar al aprendiz en la exploración de alternativas. Queremos significar que hay que orientar el pensamiento del alumno de modo tal que se reduzca al máximo la posibilidad de alternativas erróneas. Cuando se produce el error, no debe dársele tal importancia que provoque un retraimiento del alumno que le impida seguir arriesgando respuestas.

Estas formulaciones de Bruner son particularmente útiles en las situaciones inmediatas de enseñanza-aprendizaje, pero además nos señala que hay que distinguir la predisposición a aprender que se manifiesta día a día del «establecimiento de un interés a largo plazo en su más amplio sentido. » Asigna gran importancia a las metas a largo plazo y que el objetivo de cualquier campo disciplinario es que el alumno comprenda su estructura propia y esto, necesariamente, es un proceso lento y pausado.
 




martes, 6 de octubre de 2015

Seis actitudes que tienen hartos a los profesores en el aula

"La causa de estas quejas no es solo la pereza cognitiva del alumno, sino también lo que el profesor y la universidad ofrecen como cultura académica"

No leer, chatear por el móvil y comer en clase, aspectos que sacan de quicio a los académicos.

Algunos llevan décadas enseñando en las aulas, varios se cuentan entre los mejor evaluados por sus alumnos, unos dan clase en los primeros años de universidad, y otros, a los que están al final de la carrera. Hay quienes enseñan en carreras humanistas, otros son cien por ciento matemáticos.

El abanico es amplio, pero cuando les dimos a una decena de profesores de educación superior un minuto de confianza para desahogar aquello que más les molesta de sus alumnos, las respuestas se repitieron casi como una letanía. El estudio, que se realizó con una decena de profesores chilenos, demostró la coincidencia en las actitudes que más les molestan, desde lo anecdótico a temas más preocupantes.

En Colombia, los motivos de disgusto son similares,aunque esos son los síntomas, la culpa es compartida. “La causa de estas quejas no es solo la pereza cognitiva del alumno, sino también lo que el profesor y la universidad ofrecen como cultura académica”

A continuación, los aspectos en que hubo mayor coincidencia:

Ley del mínimo esfuerzo

La lógica instrumental desmotiva a varios profesores. “Lo que más me molesta es cuando preguntan: ‘¿esto entra para la prueba?’, con la idea implícita de ‘si no, no me importa’. A veces creo que hay alumnos que solo quieren sacar el título. No les interesa aprender”, analiza un profesor senior. El más joven se queja de lo mismo: “Preguntan: ‘¡¿hay que leer todo el texto?!’, ‘pero, ¿qué va a entrar en la prueba?’. Es la ley del mínimo esfuerzo”.

“En quinto año, si estiman que lo que uno pasa no les va a servir, simplemente no vienen”, agrega una docente. “El alumno hoy está articulado alrededor de ‘para qué sirve’ lo que le enseñan, qué utilidad tiene –agrega otro–. Y hay contenidos que apuntan solo a desarrollar la capacidad reflexiva. Les digo: ‘sirve para que sean más inteligentes. Para que en la próxima reunión familiar parezcan más cultos’ ”, ironiza.

Miran para otro lado

Si no leen, no es raro que su participación en las clases sea escasa. “No opinan. Uno pregunta y es como si pasaran un millón de ángeles. Hay hasta un minuto de silencio, y ellos miran para otro lado”, dice un profesor joven.

Otro que lleva años dictando cátedra coincide: “A veces algunos hablan aunque no sepan, pero en muchos casos es el cementerio total. Tienes que mirarlos fijo para que se sientan obligados a hablar”.

“Es frustrante porque uno prepara material antes de la clase, lleva casos para analizar y espera tener una clase participativa, pero te das cuenta de que no se puede, porque ellos no leyeron. Los que opinan son siempre los mismos, cuatro o cinco. Y los otros se empiezan a aburrir y agarran el celular”

El móvil es más importante

“La regla es que si el celular suena, el dueño tiene que salir a hacer una gracia frente al curso, como recitar o bailar. Como son tímidos, funciona”, Pocos, sin embargo, logran disimular el uso de WhatsApp y redes sociales. “Mandan mensajes por debajo de la mesa y sonríen como bobos, pensando que uno no se da cuenta”, delata uno. En otra universidad, “los sacan descaradamente y chatean. Uno no puede retarlos. No estamos en el colegio”.

Y otro se queja: “Parece que el mensaje que les mandan es más importante que la clase. “Intentan disimular, porque saben que me enfurezco. Les digo: ‘mándele saludos a su noviecita’, y ahí lo guardan”.

Impuntuales y comelones

Para los académicos, hay actitudes de sus alumnos impensables cuando ellos fueron estudiantes. “Comen en clases. Sacan barras de cereal, bebidas... Yo tiré la toalla con la gente comiendo en clase”. La impuntualidad de algunos también es motivo de fastidio. “Llegan 10 minutos tarde y se enojan porque no los dejas entrar”. Otra queja de quienes tienen años de docencia es el saludo. “Que las estudiantes lleguen saludando de beso me incomoda. Quiebra la distancia de autoridad necesaria”.

‘Súbame la noooota’

Al final del año suelen aparecer estudiantes abrumados por una nota que no les alcanza para pasar. “Considero extraordinariamente irritante que invoquen razones extracurriculares para subirles la nota, como ‘soy el primero de la familia que llega a la universidad’ o ‘con esta nota voy a perder la beca’. ¡Uno no puede subir notas por razones humanitarias o compasión!”, señala un profesor joven, que condena igualmente a “algunas chicas que esbozan una sonrisita para que le subas la nota o incluso visten provocativamente, con escotes, por si les funciona”.

‘No alcancé a leerlo’

Leer parece ser una costumbre en retirada en la actual generación de estudiantes, pues es el más reiterado y vehemente reclamo de los profesores. “Lo que más me molesta es que jamás leen. Si no hay prueba, no leen, y cuando leen te das cuenta de que además tienen muy poca comprensión de lectura”. “El concepto de lectura obligatoria no significa nada para ellos, aunque figure en el programa. No está en su hábito hacerse un plan de lectura”, reclaman dos profesores del área de ciencias sociales. Y otro, “entonces uno, como las abuelitas, tiene que empezar a contarles de qué se trataba el texto y decirles ‘esto es lo principal’, y ellos anotan y anotan, en una actividad intelectual totalmente pasiva”.


Como estudiar y mejorar en el aula

Enfoque y desaceleración

Intenta estas simples sugerencias para enfocarte y hacer más lentas las cosas. Tu concentración y memoria mejorarán, ganarás amplitud de perspectiva, y serás capaz de pensar más claramente y con menos esfuerzo.

Cuando enfocas tu mente y enlenteces tus acciones de manera controlada cosechas las ventajas de tener menos tensión, y ganas una conciencia más tranquila y conectada con el momento presente. Aquí tienes una serie de recomendaciones que te ayudarán con estos objetivos.

·         Observar. Nadie puede dejar de pensar completamente; es imposible. ¡Si comienzas a tratar de no pensar, sólo terminaras por pensar en cómo dejar de pensar! Lo que puedes hacer, sin embargo, es retirarte de tus pensamientos y hacerte un mero espectador objetivo.

·         No seguir. Imaginar tu mente como una pantalla en blanco o un cielo oscuro. Permite que tus pensamientos vengan y vayan, pero resiste el impulso de seguir a cada uno. Tu cerebro reducirá la velocidad finalmente y te sentirás menos presionado.

·         Contar. Si encuentras que es difícil alejarte de tus pensamientos, trata de contar despacio cuando respiras. Mira a tus pensamientos y trata de resistir y no seguirlos. Enfoca tu atención a la cuenta cada vez que respiras.

·         Reenfocar. Cuando trabajas y piensas trata de poner toda tu atención en la tarea. Y cada vez que tu mente vaga, vuélvela a la tarea. Mientras sigues reenfocando tu atención, comenzarás a calmar la mente.

·         Señales. Un indicio de atención fragmentada es el movimiento fragmentado. Por ejemplo, cuando estás en el cine, es fácil notar si los otros alrededor tuyo están totalmente atentos a la película. La gente que resopla y suspira, que mueve sus cabezas para un lado y otro y que se remueven en sus asientos tiene dificultades para concentrarse. La atención absorta va por lo general acompañada de una postura del cuerpo quieta y relajada. Recuerda esto.

·         Interés. Trata de encontrar el interés a proyectos y eso te ayudará a concentrarte. Incorporar una nueva afición puede ser una ayuda tremenda. También deberías tratar de encontrar algo interesante hasta en las tareas más aburridas. Si estás en una reunión, acércate a alguien y comienza una conversación. Ponte inquisitivo y podrías descubrir que tienes intereses similares a la otra persona.

·         Apertura mental. La mente necesita desafíos nuevos y absorbentes para renovarse. Nota algo nuevo en el camino a casa que no habías notado antes. Compra una revista acerca de un tema que normalmente no mirarías, léela. Se trata de abrirse a nuevas posibilidades.


Para las insuficiencias en lectura

Hoy día, es más que preocupante el bajo rendimiento generalizado en redacción y lectura, ya comprobado en niños como en adolescentes y adultos.

Creemos que el mal rendimiento en la lectura tiene soluciones aplicables en dos categorías diferentes:

·         La lectura como gimnasia cerebral
·         La lectura autorregulada

La lectura como gimnasia tiene tantas variantes como la gimnasia para ejercitar una habilidad física.

Puedes comenzar por elegir un programa de lecturas previamente diseñado para avanzar en un tema por niveles de complejidad creciente. Prácticamente es imposible que no encuentres "lecturas programadas" en Física, Filosofía, Psicología, etcétera. Después de seguir los programas de lectura de tres temas, habiendo pasado los niveles más básicos de comprensión, prueba crear tus propios programas de lectura, en temáticas diferentes, y siempre con cierta exigencia para la comprensión. Por supuesto que se trata de leer textos exigentes, no servirán comics ni cuentos ni novelas, por difíciles que sean.

·         Prueba con divulgación científica, con filosofía, con sociología, arte, etc.

·         Inventa tus propios programas de lectura basándote en el uso de enciclopedias.
·        
Por otra parte, la lectura autorregulada consiste en tres cosas:

·         Saber cómo prevenir errores (previamente hay que conocerlos y desarrollar la habilidad de reconocerlos.) Un error de lectura simplísimo y pandémicamente distribuido es continuar leyendo más allá de un error de interpretación o de una ausencia de interpretación.

·         Saber cómo prevenir insuficiencias (de atención, de retención, de comprensión, de percepción directa, de creación de imágenes, de estructuración u ordenamiento, de lógica, etc.)

·         Saber ampliar recursos (el tiempo, el espacio, nuestra capacidad de atender, nuestro interés, nuestro ambiente, nuestra capacidad de explorar, nuestra capacidad de retener, nuestra capacidad de percibir y analizar, etcétera.)

Si bien la lectura autorregulada se puede aprender sin tener mucha experiencia en lecturas programadas, escasamente se aplica con conocimiento y habilidad. Si en tu caso necesitas mejorar en lectura y autorregulación, nuestra recomendación es que leas todos los tips de Educación Mental de nuestra Escuela, eso alcanzará para comenzar a cambiar.
  
La marca de la consciencia

En caso de estar preocupados por notar muy bajo rendimiento en concentración y memoria, y ser conscientes de disponer de muy poca voluntad para el trabajo sistemático; aún en tal caso, existe un recurso que permite remontar la pendiente.

No siempre es necesario comenzar por un trabajo sistemático. Existe un atajo verdaderamente sencillo y espectacularmente efectivo: Jugar a "darse cuenta", en cualquier momento en el que no estemos haciendo otra cosa que dejar transcurrir el tiempo (Ejemplos: esperas en un comercio, viajando en un transporte público, caminando por la calle, en una tanda de propagandas de televisión, etcétera.)

¿Cómo jugar a darse cuenta? Divides la actividad en dos partes.

Primera parte: Enfocas tu conciencia en el ambiente que te rodea, te propones darte cuenta de algo que de no enfocarte no te darías cuenta. Hazlo en el ambiente en el que te halles, siempre encontrarás que de no haberte propuesto darte cuenta jamás habrías podido afirmar o negar la existencia de muchísimas cosas. El enfoque de la conciencia con el propósito de "darse cuenta de algo que de no enfocarnos no hubiéramos podido afirmar o negar su existencia" funciona como un marcador (una señalización) y un intensificador cognitivo.

Segunda parte: En cualquier momento, ya alejado del ambiente - en tiempo y espacio - trata de recordar en qué te fijaste, de qué cosas te diste cuenta. Ejemplos: "Los soportes metálicos del tacho de residuos, cómo estaban fijados con 2 tornillos por lado en vez de uno como hubiera supuesto... Las figuras geométricas de una marca comercial de electrodomésticos, recién ahora me percato de que se tratan de dos triángulos superpuestos con una leve diferencia de ángulo..."

Nada puede ser menos exigente ni tan efectivo. Para hacer varias veces por día. Pruébalo por dos semanas.
   
Afinando la percepción para mejorar la concentración

Naturalmente, tendemos a prestar un mínimo de atención a lo que oímos. Salvo que alguno de los sonidos se destaque particularmente del resto, el nivel de atención que consideramos normal invertir es bastante pobre. Pero si mejoramos la percepción auditiva notaremos incrementos en el rendimiento de habilidades mentales en varias facetas.

Trata de seguir esta recomendación por un período de dos o tres semanas:
Siempre que te encuentres en un lugar nuevo, es decir, siempre que conozcas un lugar nuevo, cierra los ojos unos cuantos segundos y presta atención a todos los sonidos que puedas captar. Haz como si fuera un listado de cada cosa que captes. Risas, susurros, conversaciones, frases aisladas, palabras aisladas, los sonidos de las sillas, los pasos, las puertas, el aire acondicionado, el tecleo de una persona escribiendo en la PC, lo que se acerca y lo que parece alejarse, etc. Trata de que ese minuto de atención auditiva sea mejor cada vez que lo practiques. Puedes hacerlo en el día varias veces y no necesitas más de un minuto cada vez.

Comienza utilizando esta actividad cada vez que estás en un lugar o situación nueva, paulatinamente incorpora lugares conocidos y sentidos no visuales, como el tacto y el olfato.




Pistas que agilizan

Los encabezados, los subtítulos, y los primeros párrafos condensan información clave, y siempre te pueden servir para conseguir una lectura rápida para captar sobre qué trata un capítulo. A su vez, algunas palabras en el capítulo te ayudarán a concentrarte en los puntos importantes y a no hacer caso de lo que no tiene importancia. Saber cuándo apresurarse, cuándo reducir la velocidad, cuándo no hacer caso, o cuándo no atender demasiado realmente te ayudará a leer más rápido y con más eficacia.

Cuando ves palabras y frases como "igualmente", "además," y otras por el estilo, deberías saber que nada nuevo será introducido. Si ya sabes lo que continúa, puedes apresurarte o saltar completamente lo que viene.

Por otra parte, cuando ves "por otra parte," "sin embargo," "mejor dicho", "pero", y similares, reduce la velocidad -pues viene información que añade una nueva perspectiva o contradice lo que acabas de leer.

Finalmente, ten cuidado con palabras y frases como, "resumiendo," "para concluir," "por lo tanto", "por consiguiente", "así" - aquí viene la verdadera esencia del escrito.

Los consejos tradicionales

Los consejos tradicionales para mejorar la lectura plantean los requisitos mínimos indispensables para alcanzar un mejor nivel lector. Trata de establecer con cuáles de los requisitos te cuestan cumplir y trabaja a partir de allí.

Requisitos mínimos para aumentar tu velocidad de lectura:

1.      Enfocar tu atención y concentración.
2.      Eliminar distracciones externas.
3.      Procurar un ambiente ordenado y cómodo.
4.      No demorarse en palabras u oraciones, pero buscar en el diccionario a las palabras claves que debes entender a fin de captar cada concepto global.
5.      Tratar de captar los conceptos fundamentales antes que intentar entender cada detalle.
6.      No mover los labios cuando lees (vocalización), trabaja con un objeto en tu boca.

Requisitos mínimos para aumentar comprensión:
1.      Tratar de hacer que tu aprendizaje sea en una secuencia lógica, añadiendo nuevo conocimiento al conocimiento existente.
2.      Revisar y replantear tu lectura. Testéate para ver si estás asimilando la información importante.
3.      Si las cosas no tienen sentido, desechar tus conclusiones. Vuelve, relee, y trata de hallar una conclusión alternativa.
4.      Resumir lo que has leído, en tus propias palabras.  

Des localizar

Cuando se trata de explicarnos existencialmente, realmente no apuntamos a las funciones neurofisiológicas y - muy por el contrario - nos identificamos con el pensamiento consciente, con plenas capacidades de creación y de percepción. Como si fuéramos algo distinto al cuerpo.

La idea de estar "localizados" como individualidades autoconscientes en alguna parte específica del cerebro es una convención acorde a la principal corriente ideológica de la ciencia; aunque, de todas maneras, la conciencia humana aún no sea un tema dilucidado.

Normalmente jugamos el juego de la vida como puntos de vista localizados e identificados con el cuerpo. He aquí un área de confusión importante. Por un lado, nos cierra mejor la idea de ser algo distinto a los lóbulos prefrontales pero por el otro lado tanto la ciencia como la practicidad de la vida diaria nos inducen a localizarnos e identificarnos físicamente.

Somos seres autoconscientes aunque dependemos del cuerpo físico para nuestra entrada sensorial y nuestras acciones en el universo físico.

Pero una metáfora aceptable (y muy agradable) de la libertad es ser sólo pensamiento autoconsciente. Y asumiendo ésto imaginativamente como una variante de la meditación se pueden obtener interesantes efectos en cuanto al desarrollo de habilidades.



Plantéate este juego mental:

Primera parte:

Asume que un ser de pensamiento puro realmente no está localizado en ningún lugar, excepto por su propia idea al respecto; y asume que se puede funcionar con más que un punto de vista a la vez.

Puedes dejar todo lo relacionado a tu cuerpo en el lugar que más desees, junto con tu punto de vista normal, y crear un segundo punto de vista y usarlo únicamente para los ejercicios. ¿Cómo creas un punto de vista? Simplemente escoge un punto de vista X y comienza a funcionar desde él.

Sólo añade un segundo punto de vista alternativo al que habitualmente asumes.

Segunda parte:

Imagina un campo o una montaña o algún otro lugar muy grande con la cual tengas un poco de familiaridad y no te disguste.

No uses lugares cercanos al cuerpo, no uses la casa en la que estás o la montaña en la que estás. Un punto de vista separado es más fácil de crear cuando hay espacio adecuado que naturalmente separe a los puntos de vista.

Ahora cierra tus ojos e imagina que miras abajo a la montaña o lo que hayas seleccionado. Imagínate - como pensamiento puro - penetrando en ella y luego saliendo de ella. Realmente haz ésto en tu imaginación, entrando y saliendo, varias veces.

Cuando comienzas este ejercicio, todo se basa en la imaginación pura. Pero cuando sigues mirando y moviéndote y uniéndote con la materia del lugar elegido te establecerás gradualmente en el nuevo punto de vista.

En algún momento sentirás y tendrás percepción desde el nuevo punto de vista. Puede ser vago pero se sentirá verdadero. Esto establece el nuevo punto de vista y permanecerá mientras sigas usándolo y moviéndolo alrededor.

Haz esto con tu imaginación hasta que te sientas cómodo acerca de entrar y salir de lugares grandes no cercanos al cuerpo.

En un par de semanas notarás el efecto en tu capacidad de atención y captación.

Recibe gratis estos tips quincenalmente en tu e-mail suscribiéndote aquí

Alcanzar y retirarse

Estas dos acciones básicas están detrás de muchos de los mecanismos mentales que intervienen en nuestras habilidades, y es recomendable tener un cuidado especial con ellas pues se convierten en mecanismos automáticos que no nos favorecen.

Veamos lo elemental. Ejemplos de ambas acciones:
·         Uno intenta alcanzar todo lo que le causa placer.
·         Uno se retira de aquello que le causa incomodidad u otra molestia.

El lado malo del asunto aparece cuando estos mecanismos se atascan inconscientemente y se vuelven recursivos o tendenciosos. Ejemplos:

·         Al sobre alcanzar: Un individuo muy atraído por una chica intenta conquistarla acercándose permanentemente a ella, sea directamente (acordando citas o haciendo que parezcan casuales) o indirectamente (llamándola frecuentemente, enviándole regalos constantemente, o sugiriendo compromisos definitivos antes de tiempo). Algo análogo a un vendedor que lejos de convencer fastidia con demasiados intentos de alcanzarte. A nivel intelectual, ocurre al estudiar cuando pasamos horas y horas leyendo sin descanso o cuando nos pasamos el tiempo analizando los datos sin pasar a la siguiente etapa.

·         Al retirarse permanentemente o prematuramente: Una persona que se aísla, que rehuye o que abandona lo que emprende antes de tiempo, que no puede comprometerse con nada ni nadie, que se torna hipercrítica y descree de todo menos del fastidio permanente que personas, situaciones y cosas le causan. Antes de que pueda tener siquiera la oportunidad de alcanzar algo ya la está desperdiciando debido al retirarse prematuramente y compulsivamente. A nivel intelectual, cuando concluimos apresuradamente o cuando nos basamos sólo en las impresiones generales o iniciales acerca de un asunto.

Recomendación para dos semanas:

1.      Plantéate una auto observación estricta acerca de estas dos acciones con la intención de descubrir dónde están tus atascamientos habituales. Toma nota de ello para evitar caer en la tendencia automática en otras ocasiones.
2.      Estudia o analiza un tema estableciendo "retiros" del mismo que coincidan con el proceso recién terminado de cada idea mayor o principal.