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viernes, 14 de agosto de 2015

Relax - La Carne Ideal para la parrilla

Es Momento de Hacer una parrilla para disfrutar. No todo es trabajo, y con respecto a esto te tenemos unos tips de como debes elaborar una rica parrillada.!

Parrilla

Secretos de la Carne

Siempre hay que utilizar la carne que tiene grasa, Es precisamente la grasa, que muchas veces desechamos, la que le da el sabor y el toque diferencial. “Cuando se saca la grasa, el corte es mucho más seco yno va a salir bien. Si uno no quiere comer la grasa, la saca en el plato, pero no antes de la cocción”.

Teniendo eso claro, pasamos a ver cuáles son los cortes parrilleros: bife angosto, bife ancho, lomo fino, corazón de cuadril y picaña. Los dos primeros son los más populares, mientras que el último es un corte brasileño que poco a poco va ganando más adeptos en nuestro país.

El bife ancho y el angosto se extraen de la parte superior del lomo de la res. El ancho es la parte más pegada a pecho y tiene la grasa intramuscular; el angosto la tiene solo por afuera. Esa es la gran diferencia.

El bife con hueso es que se saca el churrasco: del angosto sale el churrasco largo y del ancho, el redondo. Ambos filetes también son buenos a la parrilla. “Hay que cortarlos de unos dos centímetros y medio de ancho, y simplemente echarles sal”.

Todos estos cortes también se pueden cocer al horno o a la olla, pero sacándoles la grasa primero. Por ejemplo, del cuadril salen bistecks. Si se anima a probarla carne de esta manera, se recomienda que a la hora de hornerla, primero la envuelva en platina para que no se seque y que luego, una vez cocida, la dore.

PICAÑA, PICAÑA
Siendo de Brasil, Vasco Carvalho nos habló con mucho orgullo de la picaña, la que se saca por encima del cuadril. Exactamente es la punta de la cuadrada. Está totalmente cubierta por una capa de grasa y Carvalho nos asegura que tiene un sabor muy especial. Si nunca la ha visto, identificarla es fácil: es como un triángulo, termina en punta.

“Otra cosa que no se come acá mucho es la costilla, que es también una de las preferidas para la parrilla. Es hueso, grasa y carne. Toda carne que está pegada al hueso tiene un sabor especial”, como además, es la más barata.

UN PAR DE SECRETOS
A la hora de comer carne, una de las principales preocupaciones es que esta sea suave y fácil de masticar. “El secreto para tener una carne más blanda es cortarla siempre en sentido perpendicular a la fibra, de manera que sean chicas”. Pero toda regla tiene una excepción: hay carnes que se hacen al horno o a la olla, como por ejemplo la cuadrada, el peceto o el asado de pejerrey, que sí se deben cortar con las fibras largas para que obtengan un sabor especial.

Antes de llevarnos la carne a casa, debemos poner atención no solo a que si el corte es el adecuado para lo que planeamos preparar. Por encima de esto está el asegurarnos su calidad y frescura.

¿Cómo podemos hacerlo? Comprando en un establecimiento de confianza, donde sepamos que han hecho que la carne haya pasado por un proceso de enfriamiento. Esto último es muy importante: “Una carne que sale de un camal y no pasa por un proceso de frío, como la mayoría acá en Lima, no tiene la misma calidad que una que sí pasa por el enfriado por lo menos durante 24 horas”.

Además, debemos fijarnos en el color de la carne: si es rosado es porque está bien y ha estado en un ambiente frío. Si no, tendrá un color rojo oscuro, tirando para el marrón.

Y a disfrutar..!

sábado, 2 de mayo de 2015

Cómo hacer de las colas algo divertido y provechoso

Cómo hacer de las colas algo divertido y provechoso

Descripción: Cola en la parada del bus
Hay quienes pierden la paciencia en las colas. Otros no.
En la cola de la cafetería, los clientes esperan tranquila y pacientemente su dosis matinal de café.
En el museo cercano –donde la plantilla está bien entrenada en el manejo de colas- un cartel en la barrera informa a los turistas y visitantes que les quedan todavía dos horas de espera.
Pero las colas más animadas son las de las paradas del autobús: un hombre en traje manda un mensaje de celular, dos jóvenes juegan con un peluche de los Pitufos. Y a la vez van recibiendo folletos que anuncia una tienda local.
Al igual que ese repartidor de publicidad, negocios a lo largo y ancho del Reino Unido están detectando oportunidades de vender y anunciarse entre las presas fáciles que son los clientes potenciales parados en las colas, especialmente en la temporada de Navidad y las rebajas de enero.
El comprador actual recibe estímulos directos en forma de imágenes, sonidos e incluso olores al mismo tiempo que sus teléfonos inteligentes pueden estar cargados de vales de descuento y ofertas.
Algunos dicen que todo esto mejora la experiencia de la compra, otros que hay una línea muy fina entre el entretenimiento y la frustración de los clientes.
Las encuestas sobre el comportamiento de los consumidores ofrecen conclusiones diferentes acerca de cuán aburridos se sienten los posibles compradores cuando esperan en una cola.
Un sondeo, realizado por la empresa de mercadeo Mintel, indicó que un tercio de las personas encuestadas había abandonado una tienda de ropa ante la expectativa de tener que esperar demasiado. Los más adinerados, en edades comprendidas entre los 35 y los 54 años, eran los que tenían más probabilidades de irse.
Otro estudio del banco Barclays encontró que más de dos tercios de los compradores se marcharon de una cola porque se iban a demorar demasiado en ser atendidos.

El límite de la espera

Descripción: Vanessa Wakmsley
Vanessa Wakmsley asegura que los compradores no quieren ser bombardeados con mensajes.
La última encuesta, llevada a cabo por una empresa telefónica, señaló que el límite de espera en las cajas del supermercado era seis minutos y medio.
Sue Eccles, directora de educación en la Escuela de Comunicación Social en la universidad británica de Bournemouth es experta en el comportamiento de los consumidores.
Asegura que aunque los británicos son tradicionalmente tolerantes con las colas, hay una tendencia a que las personas se están volviendo más impacientes.
Las nuevas tecnologías nos permiten hacer cosas en nuestro propio tiempo y las colas son la antítesis de eso”, dice y apunta que la última cola larga en la que estuvo fue en la oficina de correos.
"Para muchos de nosotros, cuando estamos comprando o buscando cosas en internet, esperamos una respuesta instantánea. Eso se traslada a otros aspectos de nuestras vidas. Si salimos de compras, esperamos ir directamente a la caja y pagar relativamente rápido".
"Toleraremos colas cortas, pero creo que la gente ahora se cuestiona la longitud de las colas que se ven a veces en las oficinas de correos y en los centros comerciales".

Cuando esperar gusta

"No sólo hacen cola para ser los primeros en entrar. Hay un estatus asociado al hecho de hacer cola. A veces, eso está muy en la onda"
Sue Eccles, Universidad de Bournemouth
En algunos casos –como en el campeonato de tenis de Wimbledon o en las rebajas de enero- permanecer en una cola durante horas es un motivo de orgullo.
"No sólo hacen cola para ser los primeros en entrar. Hay un estatus asociado al hecho de hacer cola. A veces, eso está muy en la onda", asegura.
Pero es difícil, comenta, para empresas y organizaciones alcanzar el equilibro de entretener a los que están haciendo cola para entrar en un lugar donde van a tener una experiencia y asegurar la eficiencia de quienes desempeñan una labor funcional.
"Si estás intentando pagar el impuesto municipal, no quieres que te entretengan. Quieres simplemente honestidad, ni anuncios ni música ambiental", agrega.
"La clave, como se puede ver en algunos supermercados, es tener un sistema donde todas las cajas estén abiertas en momentos de mucha afluencia y después los trabajadores pueden dedicarse a otras tareas cuando la situación se calma".
"Ese es el tipo de cosas que los clientes aprecian. Eso, para los clientes, es buena gestión de las colas", indica.

El tiempo es relativo

Descripción: Cola
Según los expertos, cada vez somos menos pacientes con las colas.
Entre quienes están intentando alcanzar el equilibrio entre el entretenimiento y la eficiencia se encuentra Mood Media Europe, una empresa que suministra sonido y pantallas para tiendas y servicios.
Sus servicios de alta tecnología van desde el suministro música seleccionada hasta la instalación de pantallas táctiles para el uso de los clientes.
Esta estrategia pretende reducir la impresión del tiempo de espera al que se enfrentan los clientes, según explica la vicepresidenta de mercadeo corporativo de la compañía, Vanessa Walmsley, en una tienda que en la que Mood Media instaló sus servicios.
En este local, las pantallas muestran mensajes promocionales y campañas de alimentación saludable, pero cada sector tiene su propia fórmula. Un cliente pidió que se mostraran sketches cómicos en los momentos más concurridos del día.
En otros lugares, los artículos más baratos se colocan al alcance de quienes están esperando.
Walmsley dice que todo consiste en que las tiendas sean más inteligentes y hagan de su espacio un lugar en el que las personas estén contentas de pasar su tiempo, y de comprar más.
En el futuro, esto significará que se lanzarán más mensajes concretos a compradores individuales, quizá a través de sus celulares, más que bombardearlos con detalles de las ofertas.
También hay un "aroma del éxito", señala.

Olores para "despistar"

"El olfato es una parte pequeña de nuestro negocio, pero, de todos los sentidos, es el que puede crear un impacto mayor"
Vanessa Walmsley, Mood Media
"El olfato es una parte pequeña de nuestro negocio, pero, de todos los sentidos, es el que puede crear un impacto mayor", afirma.
Esos perfumes se elaboran para gimnasios, tiendas de ropa y hoteles para camuflar olores corporales desagradables y los sustituye por otro más agradable.
Pero algunos clientes pueden no apreciar todos estos esfuerzos multisensoriales si se encuentran atrapados en una cola, indica Sue Eccles, de la Universidad de Bournemouth.
"Todas estas cuestiones alrededor de las colas, como los videos y los intentos de vender más son interpretados por la mayoría de los consumidores casi como algo insultante", dice.
Algunas empresas pagan por servicios como estos, mientras que otras encuentran otras formas de limitar la frustración de la espera aportando a los clientes las herramientas para que creen su propia forma de entretenerse.
Por ejemplo, mientras esperan que una llamada telefónica sea atendida, los clientes suelen escuchar un mensaje que les dice que su consulta es importante y que tan pronto como sea posible recibirán atención.
Después de dos minutos, esta situación puede resultar pesada o llevar a quien llama a cortar la comunicación. Virgin Media, una empresa de telecomunicaciones, decidió hacer de la espera una experiencia interactiva.
Todo aquel que tiene que esperar más de dos minutos, puede elegir la música que quiere escuchar.
Este servicio, que fue aplicado por Virgin hace 11 años, permite al cliente seleccionar canciones de una lista que se actualiza cada mes.
Es evidente que las compañías prestan una atención considerable a las oportunidades y problemas que suponen las colas y tiempos de espera para sus negocios.
Todo tiempo de espera para ser atendido puede resultar largo. Eso mismo puede dar algo en qué pensar a los consumidores la próxima vez que estén atrapados en una cola.