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miércoles, 25 de enero de 2017

El mejor vendedor del mundo

El mejor vendedor del mundo

Resulta que hay un vendedor en su primer día de trabajo en una tienda de artículos variados, cuando termina el día, su jefe le pregunta cómo le ha ido con las ventas, a lo que el nuevo vendedor responde: ¡pues muy bien... hice una venta!

-¿Cómo?, ¿Una sola venta? ¡ Pero si el promedio de ventas es de 30 o 40 por día!

- Sí, pero la venta fue de $70,000 dólares!

- ¿$70,000 dólares? ¿Y que vendió?

- Bueno, mire... Resulta que llegó un cliente que vive aqui cerca de la playa y lo primero que le vendí fue un anzuelo chiquito, después un anzuelo más grande y también uno de ésos brillosos y llenos de colores.

Entonces le dije que tan buenos anzuelos merecían una buena caña de pescar .

Así que que le vendí dos cañas pequeñas  y también una enorme, también le vendí la carnada, y como todo éso no lo iba a llevar en la mano, también le vendí una hermosa valija para los artículos de pesca.

Como el día estaba medio nublado le dije que no se descuidara de la lluvia por lo que  también le vendí un par de botas de goma, un capuchón de lluvia y todo un conjunto impermeable.

Nos pusimos a hablar y tampoco tenía linterna, ni radio por lo que también se los vendí.   En eso le pregunté qué dónde le gustaba pescar y me dijo que le gustaría pescar por el caribe. Entonces le ofrecí el bote que teníamos allá afuera que como puede ver ya no está, con todo y motor fuera de borda.  Antes de irse le pregunte que como se lo iba a llevar y al este no saber ¿como?, pues le vendí una de las guagua Land Rover 4X4 disponibles que le encantó. Como iba a estar en el bote y la camioneta no tenia sistema de seguridad le vendí el mejor equipo que teníamos aquí en la tienda. Y ya que la pesca iba a ser en un área tan buena pues le sugerí unas cuantas redes y también las compró.

- El jefe pasmado y con la boca abierta entonces le pregunta: ¿Y todo éso se lo vendió porque vino a comprar un par de anzuelos?

- ¿Anzuelos? No, el caballero vino a comprarle unas toallas sanitarias a su esposa  y entonces yo le dije: Bueno, pues ya que se les daño el fin de semana... ¿Por qué no se van de pesca? 

domingo, 14 de febrero de 2016

Cláusulas a incluir en unos buenos estatutos de empresa

Cláusulas a incluir en unos buenos estatutos de empresa

Aplicar un modelo estándar en la redacción de los estatutos de tu empresa es una práctica habitual pero que luego lamentan muchos emprendedores. Para evitarlo conviene hacer un pequeño esfuerzo inicial y reflexionar sobre aquellas cláusulas específicas que más convienen a tu sociedad dado que serán los estatutos, incluidos en las escrituras, los que la rijan.
  • Objeto social

    Es una mención mínima exigida por ley sobre el objeto a que se va a dedicar la sociedad. Sin embargo, aquí sí que los expertos coinciden en la necesidad de incluir algunas especificaciones entre las que se hallan:

    Redacción detallada

    Sobre la actividad y el público al que se dirige. Según el experto Miguel Ángel Armendal, una descripción muy genérica “puede imposibilitarte para iniciar una colaboración con terceros o presentarte a un concurso público o, incluso, impedirte apuntarte al registro correspondiente, ya que hay actividades que además de en el Mercantil, deben inscribirse en el Industrial o en el de Servicios Sociales”. La recomendación es,pues, detallar al máximo el tipo de actividad dado que todo aquello que quede fuera del objeto social en principio no puede ser realizado por la sociedad. La especificación es aún más importante cuando una sociedad debe inscribirse en el Registro Industrial para poder dar y obtener las licencias y permisos, que sólo va a recibir en función de las actividades que especifique.

    Además, como indica el letrado Francisco Mellado, “va a determinar el ámbito de representación de los administradores de la sociedad.

    Cláusulas adicionales
    Permiten ampliar el público al que va destinado, colaborar con las Administraciones públicas o participar en UTEs y colaboraciones con terceros. Así es conveniente añadir una cláusula que especifique: “Estas mismas actividades podrán desarrollarse con Administraciones públicas”, necesario para participar en un concurso público.
     
Si por el volumen de inversiones que van a necesitar, los socios van a aportar, por ejemplo, 50.000 euros, recomiendan escriturar todo ese dinero como capital social, porque supone un plus de imagen para la empresa con vistas a obtener financiación externa.

Aunque se pague más
Ahora bien, según Armendal “normalmente este dinero extra se suele incluir como aportación por inversión debido a que escriturar por el capital total supone incrementar notablemente los costes societarios, ya que el Impuesto de Operaciones Societarias grava el capital social.

Ahorros iniciales, pueden implicar pagos futuros
Pero ese impuesto grava el capital social inicial y las posteriores ampliaciones del capital social; es decir, que a veces por ahorrar al principio, debemos pagar después, y hemos perdido imagen en las primeras fases que suelen ser las que más necesidades tienen de financiación externa.
Una fórmula que suele utilizarse es hacer esa aportación extra como préstamo dinerario de los socios, pero la normativa exige que el capital que entra en la sociedad a través de esa fórmula deba figurar en un contrato de préstamo y debe devengar intereses. A efectos contables, el valor de la sociedad no se incrementa con lo cual tampoco beneficia a su imagen.

Aportaciones en especie
En una Sociedad Limitada no es obligatorio que el 100% del capital social sea en dinero, puede ser parte en especie: vehículos particulares, ordenadores, naves... Está bien cuando no tienes la cantidad en metálico, pero en este caso el valor de los bienes debe superar el límite del capital social. Para poder aportar estos bienes basta con que los socios acepten el valor y que pueda ir a disposición de la sociedad. La documentación debe presentarse ante el notario y conviene hacerlo cuando queremos que el valor patrimonial de la sociedad sea mayor.
Para la Sociedad Limitada Nueva Empresa (SLNE) no cabe la opción de sustituir la aportación dineraria por especie, sólo en dinero.

Transmisiones y participaciones

En este apartado se recoge cómo están divididas las participaciones entre los diferentes socios y cuál va a ser la política de transmisiones. Es el momento de establecer si se va a aceptar la entrada de socios externos, qué política seguir en caso de fallecimiento… Es la radiografía a futuro del funcionamiento de la sociedad por lo que conviene ser muy precavido en su redacción que contendrá los puntos siguientes:

Venta de participaciones
Puede implicar la entrada de socios diferentes a los fundadores. Por ley, antes de vender tus acciones debes avisar al órgano de administración sobre a quién vendes y a qué precio para dar una opción preferente de compra al resto de los socios. Si en tres meses no se han pronunciado, puedes proceder como quieras. También se pueden flexibilizar los plazos rebajándolos o haciéndolos más rígidos.

En este apartado, puedes incluir cláusulas donde se especifique la obligatoriedad de que sean valoradas por peritos externos e independientes, para evitar maniobras que desestabilicen mayorías dentro de la sociedad sobrevalorando las acciones.
Otra cláusula que puede utilizarse es limitar la cantidad de acciones que pueden venderse libremente, para garantizar la continuidad. O al revés, complicar la venta de acciones exigiendo que bajo ningún concepto se podrán vender por un valor inferior a un tanto por ciento que se estipule en los estatutos.

Derechos de transmisión
La ley dice que se puede transmitir libremente a los descendientes, ascendientes y cónyuges. Y aunque a priori esto parece lo justo, puede ocurrir que no sea lo que quieren el resto de los socios. En estos casos conviene introducir una cláusula que “establezca el derecho de adquisición de las participaciones del socio que fallece a favor del resto y, en su defecto, a favor de la sociedad”.

Órganos de administración

Caben varias posibilidades en una SL: administrador único, varios administradores solidarios, varios administradores mancomunados o un consejo de administración.

Administrador único
Actúa en nombre de la sociedad y es el responsable de todos los actos de la sociedad. En caso de deudas, responde con sus bienes. Puede ser externo o ser uno de los socios y el cargo puede estar retribuido o no. Si no se especifica, se entiende que el puesto es gratuito e indefinido y que puede ser ocupado por alguien externo. Uno de los errores más habituales es no consignar nada al respecto y luego, sin embargo, pagar un sueldo, práctica que además de ser irregular tiene efectos fiscales y contables. El consejo es introducir cláusulas adicionales donde se especifique, más que la cantidad, el sistema de retribución con el que se le va a pagar: participación en los beneficios de la sociedad (que nunca debe sobrepasar el 10%) o un salario de arreglo a mercado que se fijará anualmente en la junta general, dependiendo de los resultados… También conviene especificar sus funciones en los estatutos y determinar si será interno o externo.

Varios administradores
Cuando se entrega la administración a dos o más personas, éstos pueden actuar de forma mancomunada o solidaria. Es preferible el primer modelo si lo que se quiere es evitar abusos de poder y el solidario si lo que se pretende es ganar agilidad operativa. Lo recomendable es conciliar ambas fórmulas optando por el modelo solidario pero añadiendo una cláusula donde se limiten las responsabilidades.


El consejo de administración 
Está más pensado para organizaciones más grandes y complejas. Es más propio de la Sociedad Anónima (SA), exige la presencia de al menos tres personas, todo tiene que elevarse a público y es menos operativo.


Acuerdos entre los socios

Es muy importante establecer cuándo, dónde y en qué condiciones se efectuarán los acuerdos dentro de la sociedad.

Modifica las mayorías
La ley determina que los acuerdos se cerrarán por mayoría y si no se especifica nada, se suele entender que una acción es un voto. También aquí podemos flexibilizar o hacer más rígidos los estatutos, sobre todo para ciertos aspectos delicados, como los que se refiere a la ampliación del objeto social, la  transmisión de participaciones y la venta del local donde se desarrolla la actividad. Puedes pedir que se establezca un mínimo de 2/3, por ejemplo, o que haya un mínimo de equis votos favorables.

Aclara las funciones
Como cuáles son las tareas de cada uno de los socios y de qué manera se les retribuirá. No es necesario que se fije una cantidad exacta, de lo que se trata es de establecer el sistema de pago. Fija también el reparto de beneficios. Si no se especifica nada, se sobreentiende que se realizará en función de las participaciones. Aquí es importante, por un lado, determinar qué porcentajes se destinan a reinversión y qué a reparto y, por otro, establecer los baremos de reparto, para que a diferentes responsabilidades dentro de la empresa correspondan distintos ingresos.


Cierre del ejercicio, liquidación y arbitraje

El cierre del ejercicio no suele tener mayores implicaciones. Otra cosa es la fórmula que se adopte para la disolución de la sociedad: ésta sí puede tener implicaciones en el futuro y por eso es interesante atarla lo más posible, estableciendo mayorías especiales. También conviene incluir una cláusula especial de arbitraje para las controversias sociales con un organismo diferente a los juzgados de lo mercantil, para evitar que el exceso de trabajo de esta institución paralice procesos críticos en la sociedad.



miércoles, 21 de octubre de 2015

¿Quieres ser exitoso?


¿Has notado que algunas personas simplemente resaltan? Sin importar su industria o su profesión, llegan hasta la cima. Son un testamento al hecho de que cuando se trata del éxito, no se trata de lo que haces sino cómo lo haces.

El “cómo” se refiere a tu actitud, ética en el trabajo, esfuerzo y disciplina. Tiene menos que ver con el talento y la habilidad y más con el compromiso. Tienes más control sobre tu éxito de lo que tú crees. El éxito no es cosa de magia o de suerte. Si echas un vistazo a muchos ejemplos de gente exitosa en cualquier industria o esfuerzo, te darás cuenta que existen ciertos hábitos en común que tienen la mayoría de ellos. Incorporar estos hábitos te ayudará a alcanzar tus metas que te has puesto en cualquier área de tu vida.

Hábito #1: La gente exitosa está conectada con su pasión

La mayoría de la gente que ha alcanzado un gran éxito, ama lo que hace. Cualquiera que ha llegado a la cima de su industria, profesión, deporte o hobby siente pasión por lo que hace. El éxito generalmente requiere de mucho trabajo, compromiso, persistencia y disciplina. Todas estas cosas pueden sonar muy desalentadoras a menos que sientas pasión por las tareas que tienes que cumplir.

¿Qué tanta pasión te despierta la meta que deseas alcanzar? ¿Qué tanta pasión sientes por tu vida en general? Haz un inventario de con qué frecuencia haces lo que te gusta. Cuando infundas a tu vida las actividades que te emocionan e inspiran, te esforzarás menos para comprometerte con tus metas. Asegúrate de que cualquier cosa que persigas, sientas pasión por ella.

Hábito #2: La gente exitosa toma decisiones y actúa

La gente exitosa es buena para tomar decisiones. Con frecuencia las más grandes oportunidades de la vida vienen rápido y se van; aquellos que actúan tienden a tener la ventaja. Esto no signiica que debemos ser irresponsables con nuestras decisiones. Puede que no sea perfecto, pero aprendemos de nuestros errores y, en consecuencia, tomar el curso correcto.
¿Qué decisiones estás evitando? ¿Tal vez sea ir al gimnasio, comenzar con un nuevo curso o hobby, o actualizar tu currículo? ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Qué es lo que te detiene? La pasividad es la antítesis del éxito. Los errores y las fallas son parte del juego. La mayoría de la gente exitosa se equivoca más veces de las que triunfa, pero, para empezar, entran al juego.

Hábito #3: La gente exitosa está enfocada

La gente exitosa se enfocada en una sola cosa a la vez. No intentan ser los mejores en el tenis y en el fútbol. No abren dos

negocios a la vez. No estudian para ser chefs y maestros. Escogen una cosa y dedican su tiempo y energía para ser los mejores en esa área.

¿Estás enfocado en tu meta principal? ¿Estás intentando hacer mucho? No se trata de hacer sacrificios y escoger un área de tu vida por encima de  otra, pero, en vez de eso, saber que no todo puede pasar al mismo tiempo. Muchos de nosotros nos hacemos muchas metas a la vez y eso termina por distraernos con conflictos y, por último, frustrados con nosotros mismos por no ser capaces de hacer todo a la vez. Escoge una meta grande que esté por encima de tus compromisos regulares y dedica todo tu esfuerzo y atención a hacer lo mejor en esa área. Cuando lo logres, asegúrate de celebrar tu éxito.

Hábito # 4: La gente exitosa se rodea de gente exitosa

Hay mucho de cierto en el dicho “No puedes hacer todo tú solo”. Cualquiera que ha logrado algo siempre tiene una gran lista de gente a la cual agradecer. Desde amigos a familia a compañeros de equipo, de trabajo, maestros, mentores y entrenadores. La gente exitosa se rodea de gente buena, positiva, que da todo su apoyo, que inspira, talentosa, culta y exitosa.

Cuándo ves a la gente de la que te rodeas, ¿te estás rodeando con la mejor gente posible para alimentar tu éxito?  ¿Tienes el apoyo, motivación e inspiración que necesitas para alcanzar tus metas? ¿La gente que tienes a tu alrededor te admira y genuinamente quiere que seas exitoso? Si no, has una decisión consciente para buscar y conocer gente que piense como tú.

Hábito #5: La gente exitosa cree en sí misa y en sus sueños

Definitivamente no hay un sustituto para el pensamiento positivo. La gente exitosa es capaz de ver el éxito antes de que ocurra.  Aun si no está segura, cree que es posible. Cree en ella misma, sus habilidades y su propio potencial. Cree que el trabajo duro, la persistencia y la práctica con el tiempo dan frutos. Tienen confianza y son optimistas.

¿Hasta qué punto crees en ti mismo? ¿Eres optimista o escéptico acerca de tu propio éxito? ¿Esperas lo mejor pero te preparas para el hecho de que tal vez no alcances tus metas? Si notas que estás siendo negativo contigo mismo o con las metas que quieres alcanzar, comienza a trabajar consciente y deliberadamente en lo que cree. Escribe o repítete en voz alta una afirmación positiva cada vez que te caches diciéndote algo negativo.

Hábito #6: la gente exitosa se esfuerza por alcanzar la excelencia

La gente exitosa no se queda conforme con un resultado “decente”. No está contenta con llegar al promedio o con ser mediocre. Busca siempre mejores estándares. Tiene una ética excepcional en su trabajo y esperan más de sí misma que lo que otros esperan de ella.

¿Qué tanto esperas de ti mismo? ¿Qué tan altos son tus estándares que te pones  de excelencia a nivel personal? ¿En qué aspectos de tu vida te conformas con resultados “decentes”?

La verdad es que entre más esperas de ti, más seas capaz de hacer. Escoge un área de tu vida en la que quieras estar por encima del promedio. Ponte metas que te queden. No te conformes con poco. Tú eres más que eso.

Hábito #7. La gente exitosa se cuida a sí misma

La gente exitosa reconoce la importancia de “recargar las baterías”. Entiende que hay una necesidad de balance y el hecho de que para operar a cierto nivel, tienen que cuidarse a ellos mismos –física, mental y emocionalmente.

¿Qué tan bien te cuidas a ti mismo? ¿Sientes con frecuencia que no tienen lo suficiente para ser capaz de concentrarte en tus metas? ¿Te tomas el tiempo para cuidar de tu salud física y mental? El primer paso para cuidarte es aprender a decir “No”. Encuentra una forma de ponerte a ti mismo en tu lista de prioridades. Para alcanzar tus metas, debes poner atención especial en tus propias necesidades y valorar tu felicidad tanto como valoras la de los demás.

martes, 6 de octubre de 2015

La Iniciativa

Un empleado llevaba 5 años laborando en la empresa. Nunca había faltado, siempre llegaba temprano realizaba todas sus tareas con gran cuidado y esmero. Empleado era muy responsable. Un día Empleado decidió ir a hablar con el gerente ya que no estaba del todo contento con la situación.

Empleado: Sr. Gerente, en esta empresa llevo laborando 5 años, he sido responsable y desempeño bien mi trabajo, sin embargo siento que no se me ha tomado adecuadamente en cuenta para las promociones y asensos. Raúl, que apenas tiene 1 año ya es supervisor y no me parece esto justo. ¿Por qué no se me toma en cuenta a mí en las promociones?

Gerente: Muy bien Empleado, vamos a ver tu caso. Pero antes necesito que me ayudes con algo importante. Hoy durante el almuerzo vamos a dar naranjas a los empleados, ¿podrías ir a ver si tienen naranjas en el puesto de comida que está en frente del edificio?

Empleado: Muy bien, regreso en un momento.

“El empleado va inmediatamente a cumplir la orden y regresa al poco rato con el gerente.”

Empleado: Sr. el puesto de enfrente si cuenta con naranjas.

Gerente: ¿Y hay suficiente para todos?

Empleado: Este… no pregunte eso Sr.

Gerente: ¿Cuánto nos cuesta comprarles naranjas a todos los empleados Empleado?

Empleado: Este… tampoco pregunte eso Sr.

Gerente: ¿Hay alguna otra fruta para los que no comen naranja?

Empleado: Este… No me di cuenta si había más fruta Sr.

Gerente: Muy bien, permíteme un momento.

“El Gerente toma el teléfono y llama a Raúl para darle exactamente la misma indicación que le dio a Empleado. Raúl llega al poco tiempo y da este informe”.

Raúl: Sr. Gerente, fui al puesto de comida y en este momento no hay suficiente naranja para todos, pero en media hora pueden traernos la necesaria. Si les compramos por tal cantidad el costo es más barato. Además también tienen Melón, manzanas, peras y duraznos para complementar por si no se completa la cantidad de naranjas necesarias o por si se necesita comprarla de inmediato. La naranja que había la deje apartada por lo que tengo que regresar rápido al puesto de comida para informales si vamos a ser la compra o no.

Gerente: Muchas gracias Raúl, informales que no va a ser necesaria la compra y puedes retirarte a tus labores. Ahora si Empleado ¿En que estábamos?

Empleado: No, en nada, muchas gracias por atenderme.

Bueno, hasta aquí la anécdota. En esta se nos habla de algo muy importante no solo para nuestro trabajo si no para nuestra vida entera, esto es la Iniciativa. En uno de mis primeros empleos vi como una persona subió de puesto en 15 días precisamente por esto. Cuando cuestionaron al gerente el simplemente dijo: El puesto ahí estaba, solo que nadie lo pidió.

Muchas veces platicando con personas acerca del tema estas se quejan de que los gerentes o los dueños son injustos, que trabajan mucho, que no le pagan lo que debieran, que no les reconocen su trabajo, etc. Sin embargo, como en el caso de la anécdota solo hacen el mínimo que se espera de ellos.

En mi experiencia personal he visto que las personas creen que los trabajos son como una democracia en donde ellos tienen derechos por meritos en el trabajo. Si bien si hay derechos y obligaciones en una relación empleado-patrón para evitar abusos en cualquiera de las dos partes, la organización de una empresa se parece más a la organización de un ejército y no a la de una democracia. En un ejército los meritos, las medallas y los rangos se los llevan los que ponen su vida en el campo de batalla y los que realizan los actos heroicos. Los que solo se mantienen vivos durante la guerra nunca salen de ser cabos.

Muchos explican esto con dar el 110% en el trabajo. Pienso que esto se debería de desglosar un poco. Primero tenemos que hacer todo lo que se espera de nosotros en tiempo y forma, luego tenemos que comprender muy bien el propósito de nuestro trabajo porque solo así podremos hacer más y mejor. Les recomiendo que lean el arte de la guerra de Sun Tzu y busquen como esas filosofías aplican en nuestro día a día.

A buscar tu propio camino.!


Empiece por la honestidad
Se habla mucho de la honestidad y de la transparencia como valores primordiales, pero generalmente son dos virtudes que expresamos hacia fuera, en las plazas públicas, en las vitrinas de nuestra relación con los demás. Sin embargo, estos valores dejan de ser un discurso y se convierten en talento activo cuando somos honestos y transparentes con nosotros mismos, cuando aceptamos nuestra propia verdad. Y cada uno, más que nadie, sabe cuál es su propia verdad.


Tal vez descubramos que nuestro matrimonio terminó hace un par de años y aun así, seguimos ahí, usando a los hijos de excusa de nuestra propia cobardía. Pesa tanto el qué dirán, el vivir para otros, el “cómo le voy hacer eso a mis suegros”, que nos traicionamos, a veces sin darnos cuenta. ¿Y yo? La pregunta es cómo me sigo haciendo esto a mí, cómo continúo viviendo en esta mentira y postergando mi verdad y mi felicidad, ya sea por miedo, por dependencia, por adicción a la aprobación, por perfeccionista o por incapacidad de cambiar.

Es posible que lo que usted haga como trabajo hace mucho no le llene, que lleve años envejeciendo, robotizado, con horarios indecentes y jefes deshumanizados, dando resultados y resultados para unos dueños que viven en Miami o en el otro lado del Pacífico. ¿Y usted? ¡Sí, usted, no se haga el loco! ¿Y usted? Traicionando los ojitos tiernos de tus hijos, acostándolos por teléfono desde un escritorio frío, totalmente contagiado del virus de la ocupaditis, secuestrado por su miedo y por un salario que no goza porque es el precio de su traición, de la traición a sí mismo.

¿Se ha dicho la verdad? ¿Hace cuánto quiere salir de ahí? ¿Hace cuánto, de manera subversiva, planea escaparse y dedicarse a lo que lo hace vibrar? Aunque no sea lo que estudió, aunque al principio no le dé plata, aunque se le venga el mundo encima. ¿Le alcanzará la vida que le queda para curar las heridas? ¿Cuándo se va a decir esta verdad? ¿Lo va hacer en esta vida o lo va a dejar para la siguiente reencarnación?

Darse cuenta es el primer cambio
La honestidad permite la confrontación. No se trata de maltratarse o deprimirse. Eso no sirve. Se trata de dejar de pegar con chicle la vida, de asumir con amor las decisiones tomadas en esas noches de insomnio o en los tediosos domingos en los que nos encontramos con nosotros mismos, o cuando ya no podemos usar a los otros para culparlos de nuestras miserias y nos damos cuenta de que no estamos cumpliendo.

La honestidad es autoconciencia, es despertar y asumir con responsabilidad el lugar en donde está nuestra vida y por qué está ahí. Darse cuenta es el primer cambio, asumir por qué estamos tan lejos de casa, tan solos o tan enmascarados que ya casi no nos reconocemos. Active la honestidad, tenga el coraje de decirse la verdad. Este es el primer paso para recuperar la vida. Será una purga amarga y vivificante que lo va a sacudir. Habrá dolor, pero sólo en el ego, dejará de ser Miss o Míster simpatía, será criticado y tendrá síndrome de abstinencia de regresar al autoengaño. Con tiempo y obstinación, logrará autorrespeto, verdad, coherencia y autoconciencia.

Protagonizar la vida
No hacernos cargo de nuestras decisiones es irresponsable e irrespetuoso con nosotros mismos. La responsabilidad genera liderazgo, nos convierte en adultos. Para recuperar la vida es muy importante ser protagonistas. La palabra viene de Proto: primero, líder, y Agonía: transformación, cambio, muerte y resurrección.


Ser protagonista es acallar las voces de los otros y no dejarse confundir más por el ruido. Es volver a lo sencillo de confiar en el corazón y en la tripas, y tener el coraje de ejecutarlo. Protagonizar es ponerse al volante y dar los giros que la vida necesita; es liderar los propios procesos personales e interiores, asumiendo la crisis pero sin hacer caos, yendo poco a poco madurando cada acción sin abrir varios frentes al mismo tiempo.

Aún hay tiempo de girar. Siempre se puede volver a ser quien se es. Tal vez no toda nuestra vida está en crisis. Tal vez sólo una parte de ella. Recuerde que el ego prefiere hacer un caos y dramatizar todo para impedirle renacer, para anunciarle que todo va a salir mal. No escuche, esa es la voz del sistema, de la cultura del miedo, la cultura de los que lo encarcelaron desde el colegio y la crianza empujándolo a ser distinto de sí mismo, adecuado a sus necesidades. Como decía Victor Frankl, sobreviviente de los campos de concentración de Auschwitz y Dachau, neurólogo y autor del libro El hombre en busca de sentido: “La última de las libertades humanas, y que no pueden quitarte, es elegir tu camino”.

Creer en uno mismo
¡Deje de darse palo! No quiera ser como el Dalai Lama, esa es otra trampa. Querer ser como otros, así sean maravillosos, es perderse de sí mismo. Respete sus ritmos, sus historias, su manera particular de florecer. Creer es la clave, confiar en que sí lo va a lograr, creer que al final del día –y ojalá mucho antes– va a mirar hacia atrás, hacia su vida, y va a sentirse realizado.

Confiar es caminar aunque todavía no vea para dónde va, es cerrar los ojos con fe y entregarse a su propia voz, a sus emociones y sentidos, y dejar que la vida suceda, sólo eso, renunciando al control de manipular la vida y a otras personas.



Confiar es poder bajar la velocidad para ver y disfrutar el paisaje, es menos ansiedad y más inquietud, es despertar nuestras partes dormidas y volver a ser novatos en todo, ridículos y expuestos, y saber que es posible redecidir la vida, reinventarse y tener con su pareja más sexo y menos televisión, más tiempo para disfrutar los hijos, para mamar gallo, para reír y ver amigos, como en el colegio. No haga lo correcto siempre, haga lo amoroso, ensucie el uniforme de aburrido que tiene, juegue fútbol con los zapatos de trabajar, píntese la máscara, gástese los materiales de la vida y, sobre todo, deje de caminar fruncido en función de que nada se le desordene. Brinque, salte y grite… ¡Que lo que esté flojo en usted se caiga de una vez por todas!

Cómo evitar las interrupciones en el trabajo

¿Sabías que, de media, las personas son interrumpidas cada siete minutos? Quizá te interrumpa un teléfono que suena, un aviso de nuevo correo electrónico, la visita de alguien que desea hablar contigo o de cualquier otra cosa.



Las interrupciones pueden ocupar alrededor de una cuarta parte de tu jornada laboral. Si no aprendes a vencer esos obstáculos que te impiden avanzar en tu trabajo, te resultará difícil llevar a cabo tareas importantes que requieran tu concentración.
En el libro Gestión del tiempo y del estrés for rookies (Lid Editorial), se ofrecen unas cuantas claves para hacer frente a este problema. Estas son algunas:

No hay nada más eficaz que exponer públicamente tus intenciones.
Intenta ser consecuente y persistente.
Informa a tus compañeros de que estás intentando gestionar tu tiempo más eficazmente, y ellos colaborarán. Puede que esto no evite todas las interrupciones, pero sí que las disminuya un poco. Si explicas a tus compañeros lo que estás haciendo, evitarás que piensen que te comportas descortesmente.

Si cambias tus reacciones, transmitirás la impresión de que es fácil persuadirte para que abandones tus intentos de gestionar mejor tu tiempo. No permitas que esto suceda.
A modo de resumen, aquí tienes algunas de las mejores tácticas para evitar las interrupciones en el trabajo:
Adelántate a las interrupciones planificando qué acciones vas a implantar.
Al teléfono, evita las charlas interminables y sin sustancia.
Cuando recibas visitas, sé implacable con tu tiempo, pero educado con las personas.
Descarta las peticiones e invitaciones que no son necesarias.
Si eres incapaz de decir no, ¿cómo van a apreciar tu si?
En cuanto a tu disponibilidad, pon algunos límites (cierra la puerta o trabaja en casa).
Frente a la mala organización, utiliza una estrategia que te guste y te funcione.
Si no planificas, nunca aprovecharás al máximo tu tiempo.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Un cliente no es para siempre

¡Un cliente no es para siempre! 

A diferencia de lo que decía una publicidad sobre diamantes, un cliente rara vez es para siempre. Todos tienen un ciclo de vida. El secreto está en conocerlo para paliar las consecuencias de su pérdida o tratar de dilatarla en el tiempo.

Gastos que no suelen tenerse en cuenta al contratar personal

Gastos que no suelen tenerse en cuenta al contratar personal

Es una de las partidas que más costes esconde. Por eso, a la hora de hacer nuestro plan de empresa, hay que prestar atención a algunos de los desembolsos que conlleva contratar trabajadores.